Un mes sin baloncesto en el Coliseum

9 de marzo. El Dinamo Sassari amenaza con hacer las maletas y volar hasta Cerdeña si el partido de vuelta del cruce de octavos se disputa con público en las gradas del Coliseum. Hasta ese momento, tanto el club castellano como la Basketball Champions League esperaban indicaciones de las autoridades competentes que no se habían pronunciado al respecto y manifestaron su intención de abrir el partido a la afición si no había una prohibición expresa.

10 de marzo. El Coliseum, cerrado a cal y canto al público, es el único testigo, junto a la prensa, de la clasificación histórica del San Pablo Burgos para los cuartos de final de la Champions League por primera vez desde su creación. La afición castellana no pudo finalmente acceder al partido tras la decisión del ministerio de Cultura y Deporte que por medio de un comunicado informó a todas las federaciones de que el Gobierno adoptaba desde ese martes una batería de medidas preventivas ante la extensión del coronavirus y que una de esas medidas era la celebración a puerta cerrada de todas las competiciones y eventos deportivos profesionales y no profesionales, tanto de ámbito estatal como internacional.

11 de marzo. A la espera de rival y posible cierre de fronteras a equipos españoles. Con la clasificación en el bolsillo el San Pablo Burgos esperaba rival para la siguiente ronda que debería salir de la eliminatoria entre Peristeri Winmasters-Hapoel Jerusalén. La incertidumbre en ese momento llegaba de la mano del equipo israelí. Si los israelíes ganaban el encuentro certificaban el pase a cuartos y se convertían en los rivales del San Pablo Burgos. En ese momento el cuadro castellano podría tener problemas para acceder al país a jugar los cuartos, pues Israel era uno de los países que había restringido la entrada de población española en sus fronteras.

11 de marzo. La ACB aplaza las jornadas 24 y 25 de la Liga Endesa, en las que el club castellano se iba a enfrentar al Barça y al Herbalife Gran Canarias.

12 de marzo. La FIBA se ve obligada a suspender momentáneamente la Liga Campeones, Euroliga y Eurocopa femeninas. El San Pablo Burgos ve cómo su eliminatoria de cuartos de la Champions, en la que tenía que medirse al Hapoel Jerusalén queda en el aire por la decisión de la FIBA. Los dos primeros partidos estaban previstos para los días 23 y 30 de abril.

12 de marzo. El club decide suspender temporalmente los entrenamientos y la actividad de su cantera y Liga EBA, todos los equipos de categorías inferiores y de la escuela del club.

16 de marzo. La ACB amplía la suspensión. La ACB decide que la Liga Endesa quede paralizada al menos hasta el 24 de abril a causa de la crisis desatada por el coronavirus.

30 de marzo. ERTE. El club se ve obligado por las circunstancias a presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo y los jugadores pactan una rebaja del 10% de su salario.

31 de marzo.La Basketball Champions League anuncia una final a 8 en septiembre. La Liga de Campeones de Baloncesto toma la decisión de posponer para finales de septiembre una final con los ocho equipos clasificados para disputar los cuartos de esta competición. En esta final estará presente el San Pablo Burgos, que logró la clasificación para los cuartos tras eliminar al Dinamo Sassari y se celebrará entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre.

2 de abril.Interés en organizar la final de la Champions. El San Pablo vuelve a manifestar su intención de ser elegido equipo organizador de la final de la Liga de Campeones de Baloncesto, según confirma el director deportivo de la entidad, Albano Martínez.

2 de abril. La ACB suspende la competición sin fecha de vuelta. La ACB deja sin efecto la fecha establecida para el 24 de abril y decide analizar en las próximas semanas la evolución de la crisis sanitaria para tomar la decisión más adecuada en cuanto a la Liga Endesa.

5 de abril. Javi Vega aboga por poner una fecha límite al parón de la liga para intentar reanudar la competición. El capitán del San Pablo analiza la actualidad del parón obligado por la pandemia de coronavirus y expresa su deseo de poder retomar la ACB sin poner «en riesgo la salud» de nadie.