El partido de Champions, a puerta cerrada por culpa del coronavirus

De esta forma, las gradas del Coliseum no podrán llenarse para recibir al Dinamo Sassari, que tras amenazar con marcharse sin jugar el partido si este no se disputaba sin público ha visto cómo las autoridades competentes le han dado la razón con estas medidas preventivas.

El club italiano exigió al San Pablo Burgos la disputa del segundo partido de los octavos de final de la Champions League a puerta cerrada tras asegurar que no están «dispuestos a poner en riesgo al equipo» y por eso han estado recluidos en el hotel de concentración de la capital burgalesa.

Por su parte, el club castellano manifestó su intención de mantener el partido en los términos habituales hasta que las autoridades competentes manifestaran lo contrario, como finalmente así ha ocurrido. De hecho, el cuadro burgalés confiaba en poder celebrar el encuentro tal y como estaba previsto inicialmente, ya que hasta hace apenas unas horas «se contaba con la aprobación de las autoridades competentes».

La Basketball Champions League afirma que «continuará monitorizando de cerca la situación en Europa, con respecto a las directivas nacionales de salud y seguridad y comunicará cualquier decisión de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades competentes».