A por el ascenso

Pero igual de fantástica, o más, ha sido la campaña del Burgos, que ha despertado una ilusión dormida en la ciudad desde hacía mucho tiempo. Y es que, los hombres de Calero llegan al partido decisivo de la temporada en un gran estado físico y anímico. Tras demostrar su superioridad en el Grupo I, el cuadro blanquinegro logró superar, no sin cierto sufrimiento, a un magnífico Calahorra en la primera eliminatoria del play off. Uno de esos partidos que también se tienen que saber ganar si se quiere alcanzar la gloria.

Con esos antecedentes, es lógico que la ilusión se haya desbordado. Hace ya mucho tiempo que el Burgos no está a las puertas de regresar a a la categoría de plata del fútbol español. Éste, confían muchos, es el año para hacerlo. El equipo, que cuenta sin duda con una de las mejores plantillas de las últimas décadas en Segunda B, ha demostrado ya que es capaz de vencer a cualquier rival y afronta el partido con ilusión y confianza.

En este sentido, el técnico madrileño tiene disponible a toda la plantilla. De hecho, la expedición partió el pasado viernes desde Burgos con todos los efectivos de la primera plantilla, amén de Iago, que completó la convocatoria. Todos ellos están al cien por cien, por lo que se prevé que Calero saque su once de gala para intentar dominar desde el principio a un buen Bilbao Athletic.

El filial rojiblanco, dirigido por el mítico Joseba Etxeberría ha peleado hasta el final de la segunda fase por la primera plaza de su grupo. Con un plantel extremadamente joven, en el que varios jugadores ya están llamando a las puertas del primer equipo, los 'cachorros' proponen un juego alegre y vertical, con dos laterales profundos y una tremenda pegada. Sin embargo, a lo largo de la temporada también han mostrado cierta fragilidad defensiva, un aspecto en el que el Burgos CF quiere profundizar para intentar llevarse el partido a su terreno desde el primer minuto.

La máxima trasladada por Calero al vestuario es meridianamente clara: hay que salir a ganar desde el principio. Y es que, a pesar de que al cuadro burgalés le vale un empate tras la prórroga para certificar el ascenso por aquello de haber quedado primer de grupo, esa es una estrategia demasiado arriesgada, sobre todo ante un equipo que percute tanto como el filial rojiblanco.

En este sentido, tanto el técnico madrileño como los jugadores que han salido a la palestra en los últimos días han coincidido en su mensaje. El Bilbao Athletic es un gran equipo, sin duda, pero si el Burgos es capaz de desplegar las armas que ha desplegado durante toda la temporada, la victoria, y por ende el ascenso, es un objetivo plausible.

En todo caso, el cuadro blanquinegro contará con el apoyo de la afición. Alrededor de 2.000 personas se han desplazado hasta Almendralejo para acompañar a los suyos en lo que confían que sea una fiesta. El partido más importante desde que hace 14 temporadas el Sevilla Atlético se llevó la gloria del ascenso es motivo más que suficiente como para realizar el mayor desplazamiento de la historia reciente del club.

Todos, equipo, afición y una ciudad entera, confían en que dicho desplazamiento acabe en celebración. Esa será la señal de que el Burgos vuelve al fútbol profesional. Que el balón comience a rodar.