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Corría el minuto 81 de aquel partido frente al Ourense. Dani Pendín cazaba un balón en la frontal del área, se acomodaba la pelota y se inventaba un zurdazo que se colaba por la cepa del poste. Diez minutos después, el Burgos CF certificaba su ... ascenso a Segunda División. Hoy, casi 20 años después de aquel encuentro, tras una miríada de decepciones, el cuadro blanquinegro está a las puertas de regresar a la categoría de plata del fútbol español. Y el propio Dani Pendín confía en ello.
El hispano-argentino, hoy segundo entrenador de un Espanyol que regresará la temporada que viene a Primera, tiene una foto de aquel encuentro colgada en la pared de su casa. «Cada vez que lo veo me acuerdo de ese gol», asegura al tiempo que reconoce que aquella etapa en el cuadro blanquinegro fue clave en su carrera. «Para mí, fue el puntapié hacia el fútbol profesional», recuerda con cariño.
En este sentido, añade, «cuanto más tiempo pasa» más «importancia» le da al gol de aquel ascenso. Sobre todo teniendo en cuenta «todo lo que pasó después, con el Burgos bajando a Tercera». Y eso a pesar de que el cuadro blanquinegro se plantó posteriormente en el play off hasta en tres ocasiones casi consecutivas. Tres decepciones que dan buena muestra de «lo difícil que es salir del pozo». «Como jugador y como entrenador sé lo complicado que es ascender», subraya.
De hecho, el actual formato de eliminatoria es aún más peligroso. En aquella temporada, el Burgos tenía el «colchón» del último partido de la liguilla, y aunque sabían que si no se ganaba se plantearía un escenario «muy difícil», finalmente se resolvió todo en un Plantío lleno hasta la bandera.
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Gabriel de la Iglesia
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Ahora, sin embargo, «te la juegas todo a un partido». A cara o cruz, y «la moneda no siempre cae de tu lado». «Puede haber un pequeño error de un jugador, o incluso del árbitro, o que la pelota dé en el palo y se vaya para afuera. La línea entre ganar y perder es muy fina», asegura. Además, recuerda, enfrente está un rival que también ha hecho «muy buena temporada» y tiene «el mismo objetivo». Por eso, Pendín, que volvió a pisar El Plantío el pasado mes de enero con motivo del partido de Copa entre el Espanyol y el Burgos, insiste en que «no sería justo de hablar de fracaso si no se asciende. El equipo ha hecho una temporada increíble» y ha de ponerse en valor.
En todo caso, el hispano-argentino, último gran héroe del fútbol a orillas del Arlanzón, ve al Burgos totalmente capacitado para regresar a Segunda. «Tengo confianza. El trabajo que los ha llevado hasta aquí les da la razón. Si tienen el mérito de jugar una final es por algo. Ahora deben competir y tener esa suerte que siempre hay que tener en este tipo de partidos», asegura. Además, añade, el cuadro blanquinegro puede tener «cierta ventaja» por la experiencia de sus futbolistas.
Así, Pendín lanza de Barcelona un mensaje de «confianza», tanto a la afición como a los jugadores. A partir de ahí, que el fútbol dicte sentencia y «ojalá» sea a favor del Burgos. «Me alegraría muchísimo», sentencia.
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