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Hacía calor a orillas del Arlanzón aquel 17 de junio de 2001. El Plantío presentaba la imagen de las grandes citas, con unos 12.000 aficionados en sus gradas. En el minuto 80, Dani Pendín cazaba un balón en la frontal del área y se ... inventaba un lanzamiento que se colaba en la portería del Ourense. 10 minutos después, la ciudad celebraba el ascenso del equipo a Segunda División, en una explosión de «alegría» difícil de olvidar.
Así lo recuerda quien fuera captián de aquel Burgos CF, Lucio Arnáiz, quien confía en que el próximo domingo, el cuadro blanquinegro repita gesta y regrese a Segunda División. «Este es el año» para conseguirlo, asegura al tiempo que transmite «confianza» en los hombres de Calero.
«Durante toda la temporada han demostrado ser superiores a casi todos los rivales», sobre todo en facetas como la defensiva, en la que el equipo se ha comportado «muy bien», asegura Lucio. Así, su receta pasa por «seguir esa línea» e intentar «mantener la portería a cero», ya que «ocasiones seguro que van a tener» para marcar y encarrilar la final. «Lo que hay que hacer es aprovecharlas y no volverse locos», apostilla.
Eso sí, el exjugador burgalés, toda una institución en el fútbol a orillas del Arlanzón, reconoce que el rival que le ha tocado en suerte al Burgos CF no será una comparsa. A estas alturas de la competición, ninguno lo es. «Es un rival incómodo», un filial de la vieja escuela en el que la juventud y la verticalidad son los factores más determinantes. Además, subraya Lucio, «en Bilbao se les da mucha salida» a los canteranos, lo que les ofrece una tremenda proyección.
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Sin embargo, como todo buen filial, «tiene sus cosas buenas y sus cosas malas». «Quizá te dejan jugar un poco más que otros equipos y son jóvenes y les puede faltar un poco de experiencia que quizá el Burgos sí tiene». Así, añade, «el Burgos tiene que jugar la baza de la experiencia y saber dominar distintos momentos del partido» para llevarse el ascenso.
Un ascenso que, en todo caso, se está haciendo esperar. «Han pasado ya muchos años», reconoce con resignación Lucio al tiempo que insiste en que el equipo no debe desaprovechar la oportunidad que se le brinda el domingo. «Hay que ascender este año como sea. Luego será muy difícil» hacerlo. Además, añade, «este equipo se lo merece».
También se lo merecía, por cierto, aquel Burgos de la temporada 2000/2001, con el que se mantienen ciertos paralelismos. Y es que, en aquel momento se acumulaban también muchos años de decepciones, incluido un infructuoso play off la temporada anterior.
Además, aquel Burgos, dirigido por Carlos Terrazas y en el que figuraban jugadores como Nené, Cuyami, Arteaga, Armendáriz o Cuéllar, también fue absoluto dominador del grupo antes de encarar el play off de ascenso. «Había una buena plantilla, pero quizá, lo más importante de aquella temporada fue el gran ambiente que había en el vestuario, lo bien que nos llevábamos. Eso es muy importante para que las cosas salgan bien, ya que a lo largo de la temporada pasas momentos buenos y momentos malos».
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Así, la gran diferencia entre aquel Burgos y el de esta temporada es que ahora el ascenso se disputará mediante el sistema de eliminatorias directas en partido único, y aquel se disputó mediante el formato de liguilla. «Con ese formato te podías permitir el lujo de tener un día malo y poder recuperarlo luego. Ahora, no es que no puedas tener un mal día, es que con tener una mala jugada, te pueden meter un gol y eso te puede costar el ascenso».
Sea como fuere, Lucio mantiene el optimismo. «Ojalá se repita la historia. hay que tener confianza. Este año toca» salir del pozo, concluye.
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