El HUBU se prepara para desescalar y liberar una planta covid

En concreto, la previsión que se maneja en el centro hospitalario es poder vaciar esta misma semana la planta H5, una de las cinco que se destina a la covid-19. Una vez sin pacientes se procedería al proceso de limpieza y desinfección especial al que se somenten los recursos covid antes de su 'reversión'. Eso sí, este paso adelante en el plan de contingencia, esta desescalada, está condicionado.

Para poder avanzar en la desescalada debe mantenerse una tendencia a la baja en las hospitalizaciones covid. Lentamente se está notando ese descenso de la presión asistencial, principalmente en planta, porque en la UCI continúan con una elevada ocupación (34 pacientes covid de 55 hospitalizados críticos). Las numerosas altas palían los nuevos ingresos, que se siguen produciendo aunque baje la incidencia del virus en la provincia, que ha caído a 250 casos por 100.000 habitantes, a punto de rebajar el nivel de riesgo de 'muy alto' a 'alto'.

En el HUBU hay ingresadas 70 personas con covid-19, son tres menos que en la jornada del lunes pero en las últimas horas se han registrado once ingresos, que como decíamos se palían con las trece altas firmadas. El descenso es lento pero con repuntes. El 1 de febrero se alcalzaba el máximo de hospitalizaciones de la tercera ola, 97. Desde entonces han bajado los ingresos aunque el viernes cayeron a 60 y el domingo repuntaron a 73, prueba inequívoca de que hay que actuar con prudencia.

El mes se iniciaba con un aumento de los recursos destinados a la covid-19. Se preparaba una sexta planta para hospitalizaciones y se incorporaba la REA, la unidad de reanimación, a la UCI extendida. Ahora, son cinco las plantas destinadas a atender pacientes infectados: H7, H6, H5 y H4, además de B6, que alberga a los casos sospechosos, pacientes con síntomas compatibles pendientes de confirmar.

«Si todo va bien», apuntan desde el HUBU, esta semana la H5 podría vaciarse de pacientes covid, 'limpiarse' e incorporarse al servicio ordinario. Ahora mismo son 511 las camas ocupadas en el hospital, de las casi 800 que se encuentran habilitadas, según la información facilitada por la Junta en el portal de transparencia. La ocupación ronda el 60%, que se eleva al 131% si nos fijamos en la UCI.

Aquí continúan con los recursos asignados a UCI extendida, que cubren las tres unidades ordinarias de Cuidados Intensivos, la URPA 1 (unidad de reanimación postoperatoria), la REA y el Hospital Quirúrgico de Día. En este caso también se nota un descenso de la presión, pero es mucho más lento. El máximo de la tercera ola se alcanzó el 10 de febrero, con 41 ingresados covid. Este fin de semana se ha conseguido bajar a 32 pero ahora ha subido a 34, y los de UCI son pacientes de larga estancia.

Con estos datos, en el Hospital Universitario de Burgos prefieren ser cautos, aunque siguen el plan de contingencia y se irán liberando espacios, desescalando, según vaya siendo posible, como ocurrió en olas anteriores. Mientras, donde la situación es mucho más optimista es en los hospitales comarcales, que han marcado sus mínimos históricos. En el Santos Reyes de Aranda de Duero se mantienen con dos ingresos covid y este martes se comunicaba un alta.

En el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro ha habido un ingreso en las últimas horas, elevando a siete las hospitalizaciones covid, pero siguen en cifras bajas. Son similares a las que consiguieron a finales de noviembre, cuando Miranda había superado lo peor de su segunda ola. Llegaron a alcanzar 42 ingresos covid en septiembre, siendo la cifra más alta de toda la pandemia.