«Tenemos mucho cuidado. No sabemos si los pacientes vienen contagiados o no»

Así lo afirma Elena Arribas, auxiliar de enfermería de los servicios de Hemodinámica y Electrofisiología del Hospital Universitario de Burgos, quien reconoce que, a raíz de la expansión de la pandemia de la covid-19, los profesionales sanitarios van con «mucho cuidado». «Hay cierto miedo al contagio, claro», asegura. Y es que, cuando llega un paciente al servicio con un infarto, «muy pocas veces sabes si está contagiado o no».

Por eso, en las últimas semanas, los profesionales del servicio no se separan de sus equipos de protección individual, que se colocan cada vez que hay que realizar una intervención. «Llevamos guantes, dos mascarillas, gafas, bata, calzas y pantalla protectora», lo que complica aún más el trabajo. «Es muy incómodo. Agobia mucho», asegura, sobre todo en un área del hospital donde habitualmente también visten trajes de plomo al estar en permanente contacto con los rayos X

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En este sentido, Arribas pone en valor el trabajo de los profesionales. «La gente es muy competente» y continúa al pie del cañón con la mejor cara a pesar de que «nadie sabe casi nada de la covid-19». De hecho, insiste, «cada día se aprende algo nuevo» del virus y de cómo afecta al cuerpo.

Ese proceso de aprendizaje, unido a la paulatina reducción de la presión hospitalaria vivida en las últimas jornadas en Burgos está permitiendo aliviar un poco la tensión, según Arribas. «Estos días se ve el ambiente del hospital algo más tranquilo», aunque «todo el mundo sigue yendo con mucho cuidado».

Con todo, Arribas también asegura sentirse más valorada en estos momentos por parte de la ciudadanía. «Ahora notamos más cariño, más consideración. Te llegan mensajes y la gente conocida te agradece el trabajo». «Ojalá todo esto haya movido algo dentro de todos nosotros», concluye.