Borrar
Gemma González y sus compañeras se pasan la práctica totalidad del día con sus respectivos EPIs BC
«Estamos en un continuo estado de alerta»
Burgaleses ante el coronavirus

«Estamos en un continuo estado de alerta»

Gemma González, auxiliar de Enfermería y trabajadora en una residencia para la tercera edad, reconoce que la situación es complicada para trabajadores y residentes

Miércoles, 1 de abril 2020, 08:19

La pandemia de la COVID-19 ha golpeado con dureza sobre las residencias para la tercera edad, que en apenas unas semanas se han convertido en uno de los puntos críticos de la crisis sanitaria, obligando a modificar protocolos, extremar las precauciones y vigilar muy ... de cerca a los residentes, lo que ha provocado un «estado de alarma permanente».

Así lo reconoce la auxiliar de enfermería Gemma González, que ha visto cómo su día a día cambiaba sustancialmente de la noche a la mañana. Y es que, el COVID-19 le ha obligado a ella, y al resto de sus compañeros, a adaptarse. Y eso a pesar de que hasta ahora, en su centro de trabajo, la residencia La Saleta, ubicada en Villagonzalo Pedernales, no se ha confirmado ningún caso positivo de coronavirus.

«De momento no hemos tenido ningún fallecido ni ninguna confirmación, aunque desde hace ya varias semanas tenemos a todos los residentes aislados en sus propias habitaciones por precaución», explica al tiempo que reconoce que «las pruebas no llegan» a pesar de que en algunos momentos se han registrado síntomas compatibles.

Sea como fuere, la situación derivada del confinamiento es compleja y muy exigente. «Es un poco duro» para «todos», trabajadores y residentes, asegura mientras insiste en que desde el primer momento se activaron «todos los protocolos».

Para muestra, un botón. A la vista de la evolución de la pandemia, la dirección del centro decidió tiempo atrás restringir al máximo las visitas de familiares, cerrar las zonas comunes e implementar turnos de trabajo intensivos para minimizar el movimiento dentro de la instalación. En el caso de González, el suyo comenzó el lunes a las 14:30 y finalizará el jueves a esa misma hora. 96 horas del tirón. 96 horas alejada de su familia para atender al casi centenar de residentes con los que cuenta ahora mismo el centro.

«Ellos lo están sufriendo también», subraya. «Si la situación es complicada para los demás, imagínate para ellos», que en muchos casos son totalmente dependientes, explica González. Aún así, los trabajadores del centro intentan que los residentes mantengan contacto virtual con sus familiares.

En este sentido, la auxiliar destaca las condiciones de trabajo con las que cuenta el centro. «En nuestro caso, no nos podemos quejar. Al revés. Tenemos de todo». De hecho, cada una de las trabajadoras que mantiene contacto con los residentes va equipada con doble capa de guantes, una mascarilla FPP1, bata y pantalla protectora, cedidas por la UBU. «Es muy incómodo, sobre todo cuando llevas ya muchas horas con ello encima», explica. Asimismo, «hay hidrogel desinfectante por todos lados» y los protocolos de actuación están «muy bien definidos» para evitar cualquier posible propagación.

Por ejemplo, explica, «tomamos la temperatura constantemente, y en cuanto sobrepasa los 37,2 grados», se notifica y se ponen en marcha todos los mecanismos. Además, y para rematar la faena, estos días han recibido la visita de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que «ha desinfectado toda la residencia» de manera «muy profesional».

Sea como fuere, y a pesar de todo ello y de que las siete auxiliares que comparten turno se mantienen «entretenidas», el conifnamiento se hace, obviamente, muy pesado. «Apenas he dormido» por los «nervios» de la situación. «Nos apoyamos entre todas. A ver cómo estamos psicológica y anímicamente cuando acabe todo esto». Lo «importante», en todo caso, es que «los residentes estén bien», concluye.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta «Estamos en un continuo estado de alerta»