Los celadores de Burgos se sienten «agraviados» al no ser considerados personal de riesgo frente al coronavirus

Un celador debe realizar numerosas actividades diferentes y, en muchas ocasiones, «atender estrechamente al paciente». Por este motivo, afirma que los celadores «se sienten agraviados» dado que en el hospital todos tienen «la misma exposición». En este sentido, un celador del HUBU que prefiere mantener el anonimato, afirma que están «desprotegidos» por el protocolo de Sacyl frente al coronavirus. «Tienes que tocar al paciente, acercarte a él, moverle y es inviable guardar esos metros de seguridad que nos recomiendan».

Por este motivo, en la denuncia de CCOO sobre la escasez de material de protección en los centros hospitalarios, aludían directamente a la problemática del sector de los celadores, «a los que se les exige demasiadas explicaciones para la asignación de material cuando en realidad son personal con un contacto muy estrecho con los pacientes infectados».

El de Burgos no es un caso aislado en la provincia. En el hospital Santos Reyes de Aranda de Duero sufren la misma problemática que en la capital. «Al principio este problema nos pilló a todos por sorpresa y no había material para nadie, pero ahora el material se distribuye según quién esté», reconoce una celadora de urgecias. Con esto se refiere a que no hay un criterio establecido para la disposición de los equipos de protección y que los celadores «no suelen tenerse en cuenta».

Esto supone un riesgo para su salud puesto que, según explica esta trabajadora del Santos Reyes, «muchas veces somos los primeros en recibir al paciente, le llevamos a ingresar desde la carpa de triaje que se ha instalado en el exterior de urgencias». Y lo hacen, según explica otro celador, sin las medidas de protección adecuadas para evitar contagiarse de coronavirus, «en la capital ribereña hay tres celadores de baja en sus domicilios con COVID-19».

Miranda de Ebro fue uno de los primeros focos de contagio y el más importante de la provincia, pero han logrado contenerlo y en la actualidad el personal sanitario dispone de material suficiente para atender a los pacientes con síntomas de COVID-19. Un trabajador del Santiago Apóstol declara que «al principio fue un caos y no teníamos material ni para los médicos, ni para las enfermeras, ni para nadie, pero ahora disponemos todos de la misma equipación». Reconoce que al inicio «no era el material adecuado», pero era el que tenía «todo el personal por igual».

Confiesa que, en ese sentido, «no tienen queja» ni cree que haya «agravio comparativo» en su centro hospitalario. Sí apoya a sus compañeros de gremio del resto de la provincia en la reivindicación y aclara: «No es real que no tengamos contacto estrecho con el paciente, tenemos el mismo o más que un médico».