«No me parece grave que los alumnos avancen de curso con el déficit que se puede producir por el coronavirus»

Su caso tiene, además, un componente algo especial: en la educación para adultos, aunque reglada y oficial como la educación primaria y secundaria, el perfil de los alumnos es mucho más heterogéneo. «Algunos están trabajando; otros, por su edad, no tienen la suficiente formación de las herramientas informáticas, tienen un nivel de usuario muy rudimentario y cuando intentas conectarte a alguna plataforma tienen problemas para hacerlo», explica Héctor.

Para los profesores tampoco es sencillo, puesto que no todos tienen la formación necesaria para poder manejar todas las herramientas. «En mi caso, he cambiado este curso de centro. Este año se está dando la formación en el centro en el que estuve el curso pasado y en el que estoy ya la recibieron el pasado, por lo que yo no la he recibido. Son cosas que suelen pasar», cuenta resignado.

Pero en tiempos de crisis cualquier oportunidad es válida para avanzar, por lo que Héctor Diez no ha dudado de utilizar todos los recursos a su alcance: «Me he apañado con las herramientas más normales, como el correo electrónico, y no he tenido ningún tipo de complejo en crear un grupo de WhatsApp con todos e incluso comunicarme con ellos telefónicamente. Mi contacto con mis alumnos es muy directo y me lo están agradeciendo, porque es menos frío que a través de la plataforma».

Con todo, Diez se muestra «sorprendido» por la gran labor que están haciendo telemáticamente «todos los compañeros» durante la pandemia del coronavirus, porque es una situación completamente novedosa para todos. De esta manera se había comenzado a trabajar algo en secundaria y un poco en primaria, «pero eran los primeros pasos».

Superada la primera semana, en la que la plataforma de la Junta de Castilla y Léon 'Educacyl' dio problemas porque el gran número de visitas la 'bloqueó', la herramienta funciona bien. A través de ella, todos los alumnos, padres y profesores están tratando de seguir con un día a día lo más normal posible en este estado de anormalidad.

«Se está produciendo el contacto a través de correo, donde los profesores contestamos las dudas, estamos haciendo videoconferencias y se cuelgan los contenidos que estamos dando en clase y los ejercicios que hay que hacer», sigue relatando Héctor.

Además de profesor, es padre de una niña de primaria y de una adolescente de secundaria, por lo que ha comprobado cómo esta herramienta se ha implementado en todos los niveles educativos. «Ha sido muy sorprendente cómo en la gran mayoría de las asignaturas y niveles están trabajando muy bien. Están impartiendo clases a través de 'noodle' en la plataforma de la Junta y haciendo clases colectivas a través de videoconferencias».

La parte negativa viene de la mano de la brecha que se abre en aquellos hogares que no disponen de una buena conexión a Internet (o ni siquiera una conexión). Pero también, cuando todo pase, habrá cosas buenas sobre las que trabajar: «Este momento va a servir para ver por dónde enfocar estas herramientas que estaban en una fase embrionaria, ver en qué apartados hay que mejorar, dónde hay que apostar, cuáles son los que realmente son operativos y válidos y cuáles no».

Este precedente puede cambiar la forma de educación que hasta ahora conocíamos. «Se va a ver que determinadas cosas se pueden seguir telemáticamente y el alumno va a poder tener una atención de este tipo. Está siendo un gran ensayo colectivo del que tenemos que sacar las mejores conclusiones. De otra manera no se habría sabido que hay cosas que funcionan muy bien y otras que pensábamos que funcionaban resulta que no», asegura Héctor.

El segundo trimestre está a punto de acabar, evaluar a los alumnos este curso no va a ser sencillo y saber si todos van a promocionar con los objetivos cumplidos es una de las mayores incertidumbres. Sin embargo, para Héctor Diez un pequeño desfase con otros años no debería suponer un problema real: «Existiría un problema real si esta situación hubiese afectado a determinados cursos, pero están afectados todos. Si tuviésemos que acabar todos los cursos y nos quedásemos solo con las notas de la primera y la segunda evaluación, todos pasarían al curso siguiente con deficiencias del curso anterior. Me estoy poniendo en lo peor, pero a mí no me parece grave que a nivel de todos los cursos se avance hacia el siguiente con el déficit que se puede haber producido por el coronavirus. Al ser algo general, con el tiempo se puede ir supliendo de forma coordinada y organizada desde todo el sistema educativo».