La cosecha de Burgos cae un 48 % con respecto a la media de los últimos años

Más allá de las valoraciones, Dujo y Martínez aportan datos provinciales y regionales de la situación actual del campo tras la campaña de cosecha. La provincia de Burgos ha tenido una producción de unas 830.000 toneladas, cuando la media de los últimos años se situaba en los 1,6 millones de toneladas, tras una cosecha normal. La cosecha de este 2023 es el 51,9 % de la media y, por tanto, ha caído un 48,1 %.

A nivel regional, el campo también ha sufrido pérdidas. En Castilla y León se han recogido unos 3,2 millones de toneladas cuando lo habitual es que la cosecha se sitúe en los 6,3 millones. «Desde el año 1992, exceptuando 2017, este ha sido el peor año de los últimos 25 o 30 años», asegura Dujo. La producción del campo castellano y leonés no ha llegado a los mil kilos por hectárea.

A la reducción de los ingresos por una baja cosecha, el campo burgalés suma otro escollo, «los gastos de producción se han doblado» con respecto a otros años, ha recordado Martínez. «Solíamos tener unos 500 euros por hectárea y este año nos hemos acercado a los mil euros por hectárea», ha remarcado.

La campaña de siembra comenzó en la provincia de Burgos en el mes de octubre y lo hizo con «normalidad», pero ya con unos insumos con precios elevados. Los carburantes y fertilizantes tenían ya unos precios por encima de lo normal, lo que desembocó en una sementera cara, «la más cara de la historia», remarca Martínez.

En el mes de abril, por ejemplo, el pedrisco llegó a la provincia, pero la lluvia se atascó en marzo, por lo que en los meses claves, como son abril y mayo, no llovió mucho.

Esteban Martínez ha señalado que durante esta campaña se sembraron en Burgos 343.000 hectáreas de cereal. La cosecha se ha quedado en 0,8 millones de toneladas, lejos de los 1,3 o 1,6 millones de toneladas que suelen ser habituales. «Nunca se ha cogido tan poco en España», ha lamentado el presidente de Asaja Burgos.

El sector ganadero también sufre la sequía, los precios de los forrajes «están por las nubes», aseguran desde Asaja. «Los ganaderos están también en un momento muy delicado», añaden. Por ello, desde el sindicato agrario se pide que, de cara a la próxima campaña, se flexibilicen las condiciones de la PAC (Política Agraria Común) y que las ayudas del Gobierno y la Consejería lleguen pronto.