Durante todo el año se puede salir al monte a buscar setas, pero es la campaña micológica de otoño la que presenta más variedad y la que saca a más gente a los montes de la provincia de Burgos. El sector micológico mira al cielo. ... Como se confirma desde la Fundación Cesefor, inicialmente la campaña micológica de otoño se presentaba «prometedora», pero, debido a las «escasas precipitaciones» registradas en la primera quincena de septiembre en la provincia, «es pronto para saber la evolución y dependerá mucho de las condiciones meteorológicas de las próximas semanas», aseguran desde la Fundación Cesefor.
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La escasez de lluvias, la baja humedad y el calor de este verano pueden afectar a la fructificación de setas, pero en estos momentos no es posible valorar las consecuencias a corto plazo. «Es cierto que el monte ha sufrido las consecuencias derivadas de la ausencia de lluvias y las altas temperaturas registradas, pero si se dan las condiciones adecuadas de humedad y temperatura en estos momentos, no tendrían que influir demasiado las condiciones del verano», aseguran desde Cesefor.
Aunque ya se puede vaticinar que la campaña micológica otoñal no será óptima, desde esta fundación confían en que, si llegan las precipitaciones y se dan las condiciones adecuadas en cuanto a temperatura y humedad, «llegarán las fructificaciones de setas», tan esperadas por los recolectores.
En la provincia de Burgos hay algunas zonas que presentan mejores condiciones para la recogida de setas otoñales, como la Sierra de La Demanda o Las Merindades. Actualmente hay una mejor predisposición en la zona norte y en las zonas montañosas de la provincia donde se han registrado tormentas a principios de septiembre.
Micología en Burgos
Desde la Asociación Micológica y de Plantas de Medina de Pomar explican que la lluvia se necesitaba antes y ahora. «Tenía que haber llovido antes porque las tormentas de verano también son muy necesarias», explican. Aunque hacer previsiones es difícil porque «la naturaleza es imprevisible, si lloviese en condiciones estas semanas igual se salva algo de la campaña, pero ya sabemos que será peor que otros años», añaden.
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El verano, las tormentas veraniegas, también afectan al terreno, «no solo es este calor extremo o la ausencia de lluvias, es un conjunto y las expectativas no son muy buenas», aseguran.
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Desde la Asociación Micológica Gatuña tampoco se aventuran a hacer una predicción firme, «es difícil informar, en general, de lo que se espera en una campaña referida a toda la provincia». Eso sí, como todos están a expensas de «las precipitaciones que no llegan». Esto es algo que se viene repitiendo en los últimos años, en los que «el verano se prolonga indefinidamente, acortándose la temporada idónea para la recolección de las especies más esperadas», explican desde Gatuña. Confían en que «algunas localidades hayan recibido tormentas y tengan más suerte».
Estas temporadas micológicas más cortas, esa menor fructificación, puede afectar a algunas economías familiares. En la provincia de Burgos la comercialización de las setas se da más en la zona de La Demanda que en parte norte. Las condiciones meteorológicas afectan de forma directa a la fructificación de las diferentes especies de interés socioeconómico que se desarrollan en la provincia. Esto afecta directamente a las rentas familiares que obtienen un extra de ingresos por la comercialización de las mismas.
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También afecta a las rentas que viven del turismo, ya que la oferta turística relacionada con este recurso llega a ser muy importante en algunas zonas rurales y complementa la oferta en una época con menor presencia turística. Aunque la fructificación micológica y las campañas son menores, la oferta turística relacionada con la micología cada vez se especializa y se vuelve más interesante en la provincia de Burgos.
Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Burgos aseguran que los aprovechamientos micológicos y su compatibilidad con la caza en época de berrea no suele ser conflictivo. «Este año, en absoluto lo será, por la ausencia de precipitaciones que favorezcan el desarrollo de setas. Aun así, no suelen desarrollarse en los mismos lugares», explican. La recogida de setas se produce en zonas más bajas del monte y los recechos de ciervo en las zonas más próximas a las cumbres.
«Suele ser más conflictiva la compatibilidad del aprovechamiento micológico con las cacerías colectivas de caza mayor, las batidas, que comienzan en el terreno cinegético de Burgos en la segunda quincena de octubre», explican desde el Servicio de Medio Ambiente. No obstante, en los últimos años «se ha avanzado mucho en la compatibilidad de estos aprovechamientos a través de la regularización de la micología en acotados», se añade desde la Junta. Igualmente, desde la reserva regional se facilita mucha información a los titulares micológicos sobre fechas y lugares de celebración de las cacerías colectivas.
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