Secciones
Servicios
Destacamos
Con la llegada del otoño los aficionados a la recolección de setas salen al campo para disfrutar de la micología. Aunque las lluvias se resisten a llegar a la provincia de Burgos, si llegan, puede que la campaña micológica se recupere en algunos puntos.
Diferentes ... tamaños, colores, formas, el mundo de las setas es enorme. Puede que, lejos de las más conocidas, el resto nos parezcan apetecibles, pero entre las setas que podemos recolectar durante el otoño se encuentran algunas de las más peligrosas.
Algunos hongos y setas son tan peligrosos que pueden llegar a ser tóxicos hasta el punto de resultar mortales. Es importante conocer estas especies y, en caso de duda, hay que consultar. Una de las posibilidades que nos da la tecnología son las aplicaciones para la identificación de setas. Solo así podremos evitar una intoxicación alimentaria o consecuencias mucho más graves. Eso sí, la recomendación final es clara: en caso de duda, no hay que comerse esa seta sobre la que no se tiene seguridad de ser comestible.
Noticia Relacionada
Hasta el 10 por ciento de las intoxicaciones por setas que llegan a las consultas médicas en España son mortales y el 40 por ciento de estas resultan graves, según se desprende de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio. Cada año se producen entre 200 y 400 casos de micetismos o intoxicaciones por setas en nuestro país. Lo característico es que, en la mayoría de los casos, se producen intoxicaciones colectivas. Además, estas son de carácter estacional, sobre todo se producen desde finales de agosto hasta primeros de diciembre.
Para evitar disgustos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publica informaciones e infografías para reconcer las setas, aprender a recolectarlas y limpiarlas. Lo principal de estas informaciones es distinguir entre las comestibles y las venenosas.
Además, aunque la mayoría de setas sean comestibles, no todas tienen buen sabor. La cualidad de sabrosas solo se reserva para un pequeño porcentaje. Y aunque el porcentaje menor es para las venenosas, a no ser que estemos seguros, sin ningún tipo de duda, se recomienda no aventurarse a comerlas.
Con 20 gramos de Amanita phalloides se puede causar la muerte. De hecho, el Papa Clemente VII falleció en Roma en 1534 tras ingerir esta seta. Es una de las especies más venenosas. Si se ingiere afecta principalmente al sistema digestivo, los riñones o el hígados. Esta seta contiene un tipo de amatoxina capaz de bloquear una proteína y provocar la muerte de las células.
Al igual que la Amanita, esta seta contiene amatoxinas, por lo que también resulta venenosa e, incluso, mortal. Es pequeña, con una tonalidad entre naranja y el color de la miel. Tiene un sombrero cónico
La Lepiota también es pequeña y tóxica por la presencia de amatoxinas. El género lepiota ataca de forma fulminante el hígado y puede llegar a ocasionar la muerte.
Esta seta puede aparecer tanto en verano como en otoño y su peligro es que se confunde fácilmente con otras especies comestibles como la seta de San Jorge. Una característica curiosa de esta seta es su agradable olor, parecido al de la harina. Su ingesta puede llegar a provocar un síndrome gastrointestinal grave con síntomas como diarreas, vómitos o dolor abdominal.
Esta seta se caracteriza por su sombre, de color marrón o verdoso con motas atigradas blancas. Comer esta seta puede llegar a afectar a nivel mental y es que esta seta contiene compuestos psicoactivos que afectan al sistema nervioso. Aparece también dificultad para coordinar movimientos y se pueden sufrir alucinaciones.
Se considera una droga y su posesión y venta está prohibida por ley.
Se trata de un hongo alucinógeno cuyo uso está documentado desde 1730.
Esta no es una especie muy abundante, pero también es venenosa y se la conoce como cicuta blanca.
Esta seta se consideraba comestible hasta que una gran intoxicación en Polonia, en el año 1952, demostró lo contrario.
La ingesta de esta seta ataca al hígado y a los riñones, pero actúa a los 10 días.
- La mayoría de las setas crecen durante el otoño, y el resto en primavera. Salen cuando el sol vuelve a calentar el suelo tras un periodo de lluvias.
- Evita recolectarlas en los bordes de las carreteras o en zonas que puedan haber sido fumigadas, puesto que pueden acumular metales pesados y sustancias tóxicas.
- No arranques nunca una seta del suelo, córtala con un cuchillo por la base del pie para sacarla entera, de manera que el hongo pueda seguir viviendo y dar nuevos frutos.
- Lleva contigo un pequeño pincel o brocha para limpiarlas en el momento. Así evitarás que la suciedad penetre en la seta.
- Mete las setas en una cesta de mimbre, así las esporas se irán esparciendo por el suelo durante el paseo, favoreciendo la germinación de futuras setas. Además, si las llevaras en una bolsa cerrada podrían estropearse, e incluso pudrirse.
Recuerda: salvo que seas unos experto micólogo o puedas asesorarte por uno de ellos, siempre es preferible comprar las setas en el mercado. Es mucho más seguro.
Aquí están algunas de las setas más habituales que podemos encontrar en el campo ordenadas por la intensidad de su sabor, de más intenso a menos.
Boletus
Oronja
Setas de cardo
Setas de San Jorge
Angula de campo
Colmenillas
Rebozuelo
Lengua de vaca
Níscalo
Parasol
Cantharellus
Trompeta de lo muertos
Llenegra gris
Pie azul
Pie violeta
Senderuela
Seta de brezo
Falso Boletus
Portobello
Champiñón
Falsa seta de cardo
Shiitake
Enoki
Shimeji
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.