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El mes de octubre arrancó con buenas expectativas micológicas en la provincia de Burgos. Se esperaba variedad y abundancia debido a algunas lluvias caídas en septiembre, cuando las temperaturas todavía eran suaves. En cambio, la ausencia de lluvia en las últimas semanas hace temer ... un decaimiento de la campaña en Burgos.
Si octubre comenzó con buenos días para fructificaciones abundantes de amanita caesarea, boletus, setas de cardo y níscalos, la falta de humedad ha empeorado las previsiones para estas especies, las más conocidas por su producción y valor culinario en Burgos.
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Según los datos de Micocyl, el programa de micología de Castilla y León promovido por la Junta y las diputaciones, los cotos de Burgos regulados bajo este sistema no presentan alta producción ni tampoco presión recolectora. Los cotos de Demanda-San Millán, Montes de Oca y Valle de Mena presentan una baja producción y una baja presión recolectora estos días.
Desde el Centro de Estudios Micológicos de Miranda se explica que las previsiones son «malas». «Llevamos muchas semanas sin lluvia», añaden. Todavía quedan algunos boletus de las fructificaciones de finales de septiembre, cuando la meteorología acompañó. «Desde finales de septiembre hasta el puente de El Pilar se dio un buen brote de boletus en esta zona. Pero la segunda quincena de octubre está siendo peor y, como no llueva, será muy mala», sentencian.
Es posible que si llegan las lluvias y se mantienen las temperaturas pueda darse otro brote. El problema de estas fechas es que hay puntos de la provincia en los que ya puede llegar a helar, lo que no es bueno para las setas. «Si las condiciones ambientales acompañan, hay puntos de Burgos en los que se pueden encontrar boletus hasta mediados de diciembre», añaden desde el Centro de Estudios Micológicos de Miranda.
Coinciden en Miranda y Medina de Pomar al afirmar que esta campaña micológica está siendo peor que la del año 2020.
En las Merindades, una de las zonas burgalesas donde más llueve, el suelo también está seco. «El tiempo no es malo, aunque las mañanas son frías luego se alcanza una buena temperatura, pero hace falta mucha lluvia. El 2020 fue buen año porque hubo tormentas de verano, este 2021 no ha habido tantas y se nota. No es cuestión de que llueva todo ahora, el crecimiento lleva un proceso», explica Francisco Rodríguez, de la Asociación Micológica de Medina. En las Merindades, hasta mediados del 12 de octubre, también se dio una buena fructificación de boletus.
Rodríguez lamenta que por la zona no haya llovido desde hace un mes, por lo que la gente ni se molesta en salir al monte. «En este punto también discrepa con la gestión que se ha hecho de los cotos micológicos en Castilla y León. El desarrollo sostenible no es lo mismo que sobrexplotación y cobrar por cobrar», añade.
En la zona de Pinares, los montes comienzan a estar secos. Solo en algunos puntos más altos, donde todavía no ha helado, pero se mantiene algo de humedad, arrojan ya fructificaciones. Sí se han podido hallar hasta mediados de octubre buenas fructificaciones de boletus y amanitas. «Está costando ver níscalos en los puntos más bajo con menos humedad«, explican desde la zona.
Aunque la campaña comenzaba con buenas previsiones se advertía de algunos problemas que podrían llegar como valores altos de parasitación debido a las altas temperaturas. Por otro lado, se esperaba una buena campaña si no se producía lo que está ocurriendo en Burgos, prolongados periodos sin precipitaciones.
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