El secreto de una receta con Solete en Burgos

Burgos destaca por ser la provincia española con más municipios del país, un total de 371. Un sector importante del territorio es la hostelería, aunque el 73% de los pueblos burgaleses no tienen bar. Muchos de los dueños de los establecimientos gastronómicos deciden abandonar esta profesión o trasladarse a otro lugar para seguir creciendo.

Este es el caso de Alfonso Camarero, propietario del local burgalés La Sastrería, que cambió su bar de Salas de los Infantes por un restaurante en la capital burgalesa. Ya ha pasado un año y medio desde que decidió darle a su comida un toque de vanguardismo, «lo que queríamos hacer es un sitio, un espacio gastronómico pequeño donde poder disfrutar y donde poder conciliar la vida familiar», declara el dueño.

La familia para Alfonso es parte fundamental de su vida, tanto que decidió hacer un guiño a sus abuelos sastres con el nombre del restaurante. «Yo vine aquí con unas expectativas irreales, tenía miedo, me temblaba todo», recalca el salense. Pero eso no fue un impedimento para que poco a poco fuera creciendo este establecimiento. A día de hoy «estamos contentos, aunque todavía nos quedan cosas por hacer, la hostelería es una carrera de fondo», confiesa Alfonso.

La innovación en la cocina de La Sastrería le ha llevado a conseguir una recomendación de uno de los chef más importantes del país con un solete. Esto les ha dado un chute de energía para seguir mejorando e inventar platos más modernos. «Ahora tengo muchas ganas de levantarme por la mañana y venir a trabajar», revela Camarero. Aunque para él sea más un hobby que un trabajo, sabe de la importancia que tiene dar un buen servicio y cuidado tanto a sus clientes como a sus empleados.

El solete se ha convertido en uno de los distintivos más importantes de la capital de Burgos. Esta recomendación la ofrece la Guía Repsol a locales de comida que se diferencian por su esencia auténtica. Y una de las características de este local es su autenticidad. «No queremos ser igual que los demás, hay cosas en la que destacamos y a partir del 3 de septiembre, va a haber más novedades», declara Alfonso.

Estos cambios se han decidido llevar a cabo tras el solete. Además de agrandar la motivación de los trabajadores, este distintivo ha llevado a que los vecinos del pueblo burgalés de Salas de los Infantes y del barrio de la capital burgalesa a parar al cocinero y darle la enhorabuena por su recomendación, «muchisima gente de Salas y del barrio me han parado por la calle para felicitarme», revela el propietario.

«Lo que nos está dando a conocer es el menú que tenemos, el menú gourmet», manifiesta el dueño. Estos platos los brindan de martes a sábado y más del 90% de sus ventas el protagonista es este menú. El cual está enfocado en productos de temporada, consiguiendo que la cocina varíe cada mes, «yo lo que quiero es que no sepas lo que vas a venir a comer a mi restaurante porque venír a comer a un restaurante y saber lo que vas a comer me parece un poco aburrido», confiesa Alfonso.

Dos de los platos que te puedes encontrar en el menú de este mes y de los 11 primeros días de agosto son los canelones de bogavante y una tarta de queso. Ambos elaborados con productos de temporada, aunque la tarta de queso ha conseguido ser una de las protagonistas, tanto que muchos clientes han pedido la tarta entera.

Estos 10 días de más que va a durar este menú se debe a las vacaciones del local. «Va a ser mucho mejor para todos después el menú que viene», destaca Alfonso. Durante esos días de descanso van a acabar de organizar el nuevo menú degustación que sacarán en septiembre.

La Sastrería no promete ser un restaurante grande, con un total de entre 38 y 40 plazas, este local ofrece a sus clientes un trato muy individualizado. «Mucho cariño y mucha pasión», estos son las palabras que usa este cocinero para describir su local y su comida. Pero tampoco olvida que este restaurante es su sueño.

Pero la cocina también tiene un punto que destaca, «a mí me gusta la cocina tradicional innovadora, pero me gusta a partir de lo tradicional», explica el dueño. Desde la base tradicional con elementos algo más vanguardistas, pero lo esencial es, «lo más importante en el restaurante es que no sepas lo que vas a venir a comer, porque si sabes lo estoy haciendo fatal», concluye el propietario.

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