El restaurante con Solete que triunfa en la zona sur de Burgos

Natalia Sáez Ursúa

Burgos

Viernes, 26 de julio 2024, 07:19

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Todo aquel que abre un local hostelero sueña con ser uno de los más reconocidos. Estos reconocimientos gastronómicos pueden ser los Soletes, Soles o Estrella Michelin, entre otros. Para Burgos la restauración es un pilar fundamental y, por eso varios, establecimientos se esfuerzan cada día en conseguir una de estas recomendaciones tan importantes en España.

Uno de los restaurantes que ha conseguido este año alcanzar la recomendación de la Guía Repsol con un Solete ha sido Mushroom, ubicado en la calle Madrid que, desde su apertura y de su cambio de cocina, ha conseguido que el barrio de San Agustín «enloquezca» con sus tapas.

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El actual propietario, Fernando, cogió las riendas del local que era propiedad de su madre en el año 2017. En un primer momento se servía menú del día, ya que era un bar de barrio, aunque poco a poco empezó a desarrollar y a elaborar platos diferentes, «hacer un poco de tapeo y demás», declara el dueño. Dos años más tarde, en 2019 decidieron hacer la reforma y darle un toque más actual y «desde ese momento hasta ahora, con el boca a boca, hemos llegado hasta aquí», destaca Fernando.

Este trabajo no pensaba que se iba a convertir en su futuro, él comenzó sus estudios de Ingeniería Industrial, durante esa época tuvo que hacer sus comidas y sus cenas, lo que le hizo irse aficionando a la cocina. Esa afición junto con los platos que probaba a cada lugar que viajaba han conseguido que este local burgalés consiga una recomendación de uno de los chef con Estrella Michelín de nuestro país.

Un solete es un distintivo que ofrece la Guía Repsol a locales de comida qué se diferencian por su esencia auténtica. Un equipo de expertos en gastronomía buscan los lugares que merecen este distintivo. En este caso, Miguel Cobo, chef del restaurante Cobo Estratos ha recomendado Mushroom para conseguir este reconocimiento, «estamos muy agradecidos a Miguel y encantados de que le guste nuestro establecimiento», confiesa el propietario.

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«Estaba de vacaciones y me llamó mi chica súper pronto diciendo, ¡pero que tienes un solete y no me has dicho nada!», revela Fernando. Así fue como se enteró que su local tenía un solete. Todo una sorpresa para él. Tras las vacaciones, sus clientes habituales y nuevos clientes han felicitado a los trabajadores de este restaurante por su reconocimiento, «muchos nos han dicho que nos la tenían que haber dado hace tiempo», declara el dueño.

La comida de Mushroom ha sido parte importante desde sus inicios como ha sido sus champis rellenos, «el plato que llevamos haciendo desde el principio son los champis rellenos», destaca el propietario. Aunque la receta haya variado, siempre han tenido los mismos pasos a seguir. El relleno ha ido cambiando a lo largo de los años, pero el que hacen en la actualidad se ha convertido en el favorito de sus clientes.

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Tanto es el valor de este que el nombre del local viene de él. Se trata de un champiñón relleno de queso y virutas de jamón ibérico. Tras rellenarlo se reboza con panko frito y se mete en la freidora. Cuando el panko y el champiñón estén bien hechos se tapa con una salsa de queso azul y se decora con unas almendras tostadas y una reducción de Pedro Jiménez.

Una de las características de este local es su peculiaridad, por ejemplo, sus champis rellenos destacan por su sabor a queso azul, pero en un primer momento, con tan solo mirarlo, parece que en vez de ser un plato salado, uno dulce. Además de esto, «tengo una cocina muy ecléctica meto ingredientes de todas partes», revela Fernando.

Si ve un plato que le llama la atención o que ha probado en algún viaje trata de sacar esos sabores, «siempre desde la base de cocina que tengo yo que es amateur», declara el dueño. Con esto lo que tratan es de integrar ingredientes diferentes en recetas más tradicionales. Consiguiendo que todo aquel que vaya a su restaurante cumpla con el lema del local, «comer, beber, disfrutar, viajar comiendo», concluye el propietario.