Viajar y comer, los nuevos placeres del siglo XXI. Estas dos acciones las combina un restaurante de Burgos. Pero en este caso, no hace falta moverse del local para trasladarse a diferentes lugares del mundo cada mes. La hamburguesa La Viajera de Bite My Burger consigue, con las diferentes combinaciones de este plato, trasladarnos a distintos destinos a través de los sabores más característicos de cada uno de ellos.
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Ángel y Romané, propietarios de Bite My Burger, le dieron un lavado de cara al local, que antes fue una pastelería del paseo Regino Sainz de la Maza. Su relación a distancia les llevó a empezar una nueva vida en Burgos, lugar en el que, tras conocer la gastronomía y los establecimientos, decidieron apostar por un tipo de restaurante que «echábamos de menos en la capital», declara el dueño.
Desde hace casi un año, esta hamburguesería especializada abastece a toda la capital con sus platos. Para muchos, este se ha convertido en el plan deseado de cada semana. La gran afluencia de gente ha hecho que la plantilla de este restaurante crezca, además desde esta misma semana, los platos de Bite My Burger se pueden pedir para llevar a domicilio.
La calidad es la base fundamental de este servicio, cuidando todos los detalles para que las personas que prueben alguno de los productos de la carta vuelvan a repetir, de ahí que el servicio a domicilio del local llegara un tiempo después. «No queríamos que la comida llegara fría a nuestros clientes», confiesa la propietaria. Por eso, la mayoría de sus usuarios se consideran fans y fieles a Bite My Burger.
Gastronomía en Burgos
Sin embargo, esta no es su única particularidad, La Viajera se ha convertido en la hamburguesa que más adeptos consigue mes a mes. Sus nuevas combinaciones y sabores de otros países llaman la atención de todos sus catadores.
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En la mayoría de hamburgueserías nacionales encontramos un plato especial cada 30 días, «la hamburguesa del mes». De aquí surgió la idea de Ángel y Romané, pero desde su punto de vista, todas las hamburgueserías en las que habían probado los productos eran muy simples, así que, decidieron llevar este concepto más allá.
El amor por la gastronomía y, sobre todo, por lo casero, les llevó a inicar la idea de crear cada mes una hamburguesa que hiciera viajar a sus clientes a un país diferente. Consiguiendo así que todos puedan catar la gastronomía de diferentes lugares del mundo, desde India hasta Argentina, sin salir de un producto tan 'básico' como es la hamburguesa.
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«Hay un trasfondo muy grande», explica el propietario. Mucha gente no logra ver o no entiende cómo pueden crear cada, aproximadamente, 30 días un plato con ingredientes o sabores característicos de cada lugar sin haber estado o probado su comida.
Las combinaciones que crearon durante los primeros meses fueron elaboraciones propias, ya que ellos mismos habían visitado los países representados en sus hamburguesas. Aunque se piense que 'La Viajera' es simplemente coger una hamburguesa y recrearla para dicho sitio, no es así, lo que se busca y se consigue es tener la esencia de ese país y que sientas que te teletransportas y lo pruebas en ese plato.
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Por eso, han recurrido siempre a lugares a los que han viajado, a rincones en los que tienen amigos o han conseguido probar gastronomías en restaurantes de ese país, para lograr que todo enfoque pueda englobar la gastronomía autóctona de esa región.
«A mucha gente le gusta en la comida la combinación del dulce y del salado», revela la dueña. Por tanto, la hamburguesa de este mes de noviembre se ha metido en el top 3. Canadá es el país elegido y obviamente para crear su hamburguesa tenían que utilizar el sirope de arce, con lo que decidieron crear ese contraste que tanto gusta entre dulce y salado.
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«Un plato muy diferente, algo que no se ve», así lo describe Romané. Las patatas fritas junto con dos carnes smash, chutney de arándanos casero, poutine hecha en casa y bacon caramelizado con auténtico sirope de arce forman esta hamburguesa. Varios ingredientes contrastan con lo que se espera de este tipo de plato.
Por ejemplo, el sirope de arce con el bacon era el ingrediente que no podía faltar, sin olvidar el arándano, típico de Canadá. Lo mismo pasa con las patatas y la poutine, plato de la gastronomía quebequesa, elaborado con patatas fritas, queso en grano fresco y salsa de carne.
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En Bite My Burger optaron por hacer la salsa de carne con queso aparte, para después incorporar encima de ella las patatas fritas y conseguir que destaquen esos dos sabores. Lo mismo tuvieron que hacer con los arándanos. Tras muchas pruebas decidieron elaborar un chutney de este fruto, una especie de mermelada especiada.
El cuidado en cada detalle y la cocina casera es el punto fuerte de Bite My Burger. Al inicio de su andadura en la capital, recalcan la sorpresa que se llevaron al conocer que muchas hamburgueserías usaban patatas congeladas. El primer cambio que decidieron hacer fue ese, poner patatas caseras. Y no es lo único casero que usan en este restaurante. Las salsas caseras, el pan brioche y la carne de la hamburguesa, que se la compran a su vecino carnicero.
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