Piden a los burgaleses canalizar la ayuda a Ucrania a través de ONGs y entidades sociales

Así lo indica la Comisión Mixta de apoyo a personas refugiadas, un órgano conformado por el Ayuntamiento de Burgos y entidades sociales de acogida y cooperación, que se ha reunido este jueves. El encuentro ha servido para analizar la situación que se vive en Ucrania, empezar los trabajos de coordinación ante la psoible llegada de desplazados y responder al movimiento solidario.

En este sentido, la petición que se hace a la ciudadanía es de «prudencia» y «tranquilidad». En estos momentos, no existen corredores humanitarios, aunque se ha acordado un alto el fuego para habilitarlos. Tampoco almacenes ni capacidad para distribuir la ayuda a través del país. Todas estas circunstancias pueden hacer que la ayuda que se envíe a través de iniciativas particulares no llegue correctamente.

También que no sea la más adecuada, explica la concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez. De ahí que se pida a los ciudadanos que encaucen esa ayuda a través de ONGs y entidades sociales que ya trabajan en la zona y conocen el territorio. Se trata de confiar en su criterio y responder cuando haya una petición concreta de ayuda. «Va a haber tiempo de ayudar» pues las necesidades van a ser muchas y variadas.

De este modo, los burgaleses que quieran colaborar pueden ponerse en contacto con las entidades sociales de Burgos que atienden a refugiados (ACCEM, Cruz Roja, Atalaya Intercultural, Burgos Acoge, Oxfam o Cáritas) y con el Ayuntamiento, a través del 010. También en el caso de que quieran ofrecerse como voluntarios para acompañamiento, refuerzo educativo, clases de idiomas o aportación de recursos residenciales.

Esta última es otra de las tareas que se están abordando ahora, desde la Unión Europea con los estados miembros. Se ha solicitado un inventario de recursos residenciales públicos que los países pueden poner a disposición de los desplazados, amparados por la directiva europea de protección de personas desplazadas por conflictos, lo que les convierte en refugiados con protección inmediata.

Rodríguez ha participado este jueves en una reunión convocada por la Junta, en la que se ha solicitado información a las entidades locales sobre cuáles son los recursos residenciales de los que disponen. En Burgos capital, como ya adelantase el alcalde a principios de semana, se cuenta con el albergue de la calle Miranda, que dispone de habitaciones para 125 plazas.

La concejala reconoce que se ha pensado como un recurso de urgencia, para primera acogida, pero que a largo plazo lo conveniente es que los refugiados pudieran residir en pisos o apartamentos. Por ese motivo se están anotando todas las ofertas privadas que están recibiendo, de burgaleses que ponen a disposición propiedades, por si fuera necesario hacer uso de esa ayuda social.

Sonia Rodríguez insiste en que, si bien la vivienda es la prioridad número uno, la llegada de desplazados exigirá de otras ayudas (escolarización de menores, atención jurídica, inserción laboral, idiomas, apoyo escolar...). De ahí que la Junta haya pedido también a las ONGs y entidades sociales que indiquen su capacidad de gestión para coordinar el sistema de acogida que, en España, «funciona».