«La ayuda de la gente de Burgos nos ha dejado sin palabras»

A su llegada a la sede que el colectivo ha ubicado en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Fuentecillas tras la cesión de sus dependencias, Vasil «no podía creer» lo que veían sus ojos. «Había coches aparcados en doble fila descargando cosas del maletero para donarlas, gente dentro con bolsas y personas ayudando a colocarlo todo, me he quedado sin palabras», reconoce.

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Entre sus palabras de agradecimiento, la premura de mandar los útiles que han conseguido enseguida pone el foco en lo que más se necesita. «Aunque nos sigan trayendo cosas, necesitamos cajas de cartón grandes, de 50x50x50 o más», destaca el joven.

Entre las muestras de colaboración que han recibido, una ha sobresalido por encima del resto en la jornada de ayer. «Hemos contactado con una empresa de transportes y estamos intentando confirmar que nos dejen un camión para llevar cosas hasta Polonia. Además, hay varios ucranianos que trabajan en ella y se han ofrecido llevarlo hasta allí», avanza Vasil esperanzado.

De esta manera, conseguirían transportar una mayor cantidad de donativos hasta la frontera para después introducirlos en Ucrania y repartirlos entre los ciudadanos afectados por el conflicto que más lo necesiten. «Gracias a los burgaleses y a todos los españoles, no me esperaba tanto», concluye emocionado Vasil sobre la ayuda que reciben cada día.