La invasión de Ucrania compromete la recuperación de los vuelos comerciales en Burgos

El ataque de Rusia a Ucrania genera una incertidumbre internacional que afecta también al sector aéreo y, en lo que a Burgos se refiere, a las opciones de poner diseñar un operativo de vuelos a corto y medio plazo. Así lo reconoce el presidente de la sociedad de promoción, Vicente Marañón, que avisa de que «este verano es una gran incógnica», desde el punto de vista turístico.

El impacto del conflicto va mucho más allá de lo que suponen los cierres de los espacios áereos y la suspensión de las comunicaciones con Rusia y Ucrania. La invasión y las sanciones económicas afectan directamente al precio del petróleo, lo que genera incertidumbre entre las aerolíneas ante un aumento de los costes y el impacto que tendrá en el precio de los billetes.

Y a ello se le suma un panorama incierto en cuanto a la temporada de verano, que arranca ahora, en marzo. Con todo ello, no es de extrañar que entre las prioridades de las compañías aéreas no esté precisamente valorar un operativo desde Burgos. Por ese motivo, en Promueve Burgos prefieren ser «prudentes» a la hora de valorar que va a ocurrir con el aeropuerto, a corto plazo.

El mes de marzo se había puesto como fecha tope para tomar una decisión sobre el contrato de patrocinio, para el que se han reservado 900.000 euros. De los contactos mantenidos hasta el momento no se ha conseguido cerrar ningún acuerdo. Ryanair se comprometió a enviar una propuesta, que todavía no ha llegado, apunta Marañón, así si no llega antes del viernes, tendrán que ponerse en contacto con ellos.

Con Ryanair se trata de probar suerte, ver qué oferta, bajo qué modelo de contrato y «cuánto dinero piden». En principio, se estaría hablando de un operativo de vuelos ya para 2023, aunque podría ser que el conflicto en Ucrania abriera a Burgos alguna puerta que, hasta ahora, tenía cerrada. Marañón nunca ha estado convencido de la apuesta por Ryanair pero espera concera la propuesta y poder valorarla.

Nada sabe tampoco de la compañía portuguesa Sevenair, aunque el presidente de Promueve Burgos es consciente de su situación particular. La decisión de volar desde Burgos vendría asociada a una decisión de expansión empresarial, que exigiría una importante inversión para que nuestro aeropuerto fuera su base en España y, a partir de ahí, volar a otros destinos ya que actualmente se centran exclusivamente en Portugal.

Mientras, Promueve Burgos tiene intención de contactar con Volotea, una línea de bajo coste cuya mayor actividad se realiza en verano. Ha organizado operativos estivales en algunas ciudades de Castilla y León, como Salamanca, y se hablaría con ellos para intentar contar al menos con vuelos de verano a Palma, por ejemplo. Es una compañía que se ha hecho un hueco en ciudades pequeñas y destinos turísticos, indica Marañón.

Los 900.000 euros de los que se disponen servirían tanto para un contrato de patrocinio anual, con rutas estables y conexiones, como para financiar vuelos estivales. Sin embargo, Vicente Marañón asegura que quieren «no precipitarse» y tener muy claro que el operativo va a funcionar antes de destinar ese dinero y acabe repitiéndose el modelo de subvencionar viajes de verano a Mallorca.

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