Denuncian que la protectora que gestiona la perrera de Burgos incumple el contrato

«Hablan con Scooby y en principio parece que alguien iba a ir a por el animal», explican desde Voluntarios Animales Burgos. Sin embargo, las horas pasan y el gato continúa en el taller, metido en una caja, herido y sin atención, a la espera de que alguien pase a recogerlo. A las 17:00 horas desde el taller vuelven a avisar a esta asociación porque nadie ha ido a por el gato y a las 18:30 el taller cierra. Desde Voluntarios Animales Burgos llaman a Scooby para preguntar qué pasa. «Nos dicen que pensaban que ya esta recogido y que lo organizan, pero a las 18:30, cuando tienen que cerrar, todavía no ha ido nadie. Así que llamo a Policía Local, les expongo la situación, ellos me confirman que se ha pasado el aviso a Scooby, que van a volver a llamar y que van a por el gato», explica la voluntaria.

Sin embargo, es la Policía Local quien pasa por el taller a recoger al gato, que sigue metido en una caja, sin atención veterinaria. Cuando la voluntaria de la asociación sale de trabajar a las 21:30, «pensando que estaba ya todo solucionado», recibe una llamada de la Policía Local: «Me dicen que nadie ha ido a por el gato y que no pueden dejar al gato en comisaría y que tienen que dejarlo en la calle».

«El gato, en caso de venir de una colonia, está en la otra punta de Burgos, es imposible que encuentre a su madre y, además, está herido. Así que voy a recoger al gato y se lo llevo a una compañera. De camino vuelvo a llamar a la responsable de Scooby y me dicen que no van a venir a recogerlo, que ellos no recogen gatos ferales, cuando no todos los gatos que están en la calle son gatos ferales, pueden ser abandonados, nacidos en la calle, que se haya caído de una ventana... Y que el gato está herido. Me dice que ella no va a venir a por el animal cuando lleva todo el día diciendo que iban a venir a por él», denuncia.

Con esta situación, y una vez en casa, las voluntarias pueden atender al gato con seguridad y al ver su estado deciden llevarle con urgencia al veterinario. «El gato tenía la cabeza partida, el tímpano roto por la mitad, está totalmente sordo. Se queda ingresado y Scooby ha decidido que de este gato no se hace cargo. Ni de este gato ni de ninguno, porque toda la gente particular que está llamando por un gato no está recibiendo atención por parte de la protectora», lamenta.

Esta decisión incumple uno de los puntos del contrato que Scooby adquiere con el Ayuntamiento de Burgos cuando gana el concurso para ofrecer el servicio de gestión del centro municipal de atención a animales domésticos, recogida de animales de compañía abandonados y controles de las colonias felinas en el término municipal de Burgos.

En la primera cláusula del contrato se especifica que Scooby se compromete a «prestar el servicio de recogida de animales de compañía perdidos o extraviados, vagabundos y abandonado y el control de las colonias felinas en el término municipal de Burgos». En este punto no se especifica que, aunque controlen las colonias felinas del término municipal de Burgos, los animales vagabundos, abandonados, perdidos o extraviados no puedan ser gatos.

«A ese gato se le ha negado la asistencia veterinaria por parte de esa asociación y, además, después de decir que sí iban a recogerlo, porque si desde el principio dicen que no lo van a hacer lo hubiésemos podido atender antes. Es una salvajada lo que se ha hecho con este gato», incide la voluntaria.

Desde Voluntarios Animales Burgos se han reunido con el Ayuntamiento de Burgos para poner en su conocimiento el caso y realizar así la denuncia correspondiente. Dante ahora se recupera en una casa de acogida a la espera de su familia definitiva.

Desde el Ayuntamiento de Burgos reconocen que «hay varias acciones de la actual concesionaria que no son conformes con los servicios contratados y que se han iniciado los trámites para la exigencia de responsabilidades».

Pero el caso de Dante no es el único que desde Voluntarios Animales Burgos quiere denunciar. «Scooby tiene por contrato que no puede tardar más de dos horas en llevar a cabo la recogida de un animal», algo que la propia propuesta de Scooby llevaba en su documentación: «El tiempo de respuesta a los avisos será de una hora en todos los intervalos horarios». Sin embargo, ya son varios los avisos en los que se ha encontrado un perro en la calle y han tardado más de cuatro horas en llegar a por el perro. «No se puede tardar cuatro horas en recoger al animal porque cualquier particular no puede esperar tanto tiempo», reclaman.

Eso también influye a la hora de recuperar a tu perro si se te pierde. «Seguramente no lo hagas en el mismo día, porque como la perrera está en obras todos los animales de Burgos están en Medina del Campo en el refugio de Scooby, eso supone una distancia de dos horas», explican. Si se sigue el protocolo establecido la Policía Local debe llamar a Scooby cuando aparezca un animal abandonado o perdido y estos se lo llevarán a Medina del Campo. Si el perro tiene chip el Ayuntamiento llamará a los propietarios para que puedan recuperarlo, «nunca en el mismo día, porque el perro está fuera de Burgos». «Lo traerán, pero cómo y cuando quieran, tienen unos plazos, pero otra cosa es que los cumplan», afirman las voluntarias que han tenido varias experiencias ya con el transporte de animales de Scooby.

El estado de los animales burgaleses es otro de los caballos de batalla de la asociación. «El primero de los perros que sacamos de Scooby para buscarle una familia fue un braco de 9 años, es un perro mayor y nos daba pena», cuentan. El protocolo habitual es gestionar con el Ayuntamiento la adopción para que sea el Consistorio quien la autorice, después se habla con Scooby para que se produzca la entrega del animal. «Escribimos a Scooby que íbamos a sacar a este perro y no nos contestan, llamamos a la responsable y no nos coge el teléfono. Era jueves, el viernes nos dan la autorización del Ayuntamiento para la adopción del animal y vuelvo a intentar contactar con Scooby y no lo consigo. El perro los primeros días iba a ir a una residencia canina y teníamos su plaza para el martes. A las 13:00 horas del viernes me mandan un mensaje de Scooby diciéndome que me han enviado al perro en un transporte. A Burgos en genérico, sin haber quedado con nosotras», explican incrédulas las voluntarias.

Al final el perro volvió a las instalaciones de Medina del Campo tras viajar durante cuatro horas por la provincia de Palencia. Pero cuando por fin el perro llega a Burgos la felicidad se trunca rápido: «Tuvo que ser ingresado a los poco días porque tiene Erliquia. El perro llega plagado de garrapatas, con giardias, otitis y todo sin tratar».

Según el pliego de condiciones publicado por el Ayuntamiento, la propuesta de Scooby incluía «servicio veterinario propio y otro contratado con una clínica de Burgos para los casos necesarios» y, además, aseguraban en la propuesta que «se realizará una revisión diaria de los animales por un veterinario, se detalla asimismo la desparasitación interna y externa periódica de los animales».

«Los otros dos perros que hemos sacado de Scooby después de ese también han llegado con garrapatas y con giardias y uno de ellos también con coccidios, que es otro tipo de parásito. A un cachorro de cinco meses le quitamos entre 15 o 20 garrapatas, estos animales no han tenido desparasitación interna ni externa. Además, con este cachorro le preguntamos estando en la consulta del veterinario para no desparasitarle dos veces y nos aseguraron que le habían dado pastilla, pero no sabían indicarnos cuál. Un perro desparasitado no llega en estas condiciones», denuncian.

Pero no es el último caso que quieren denunciar. La tercera perra que han sacado de sus instalaciones, Cora, es una perra de tamaño pequeño a la que le salió una casa de acogida para este verano en lo que encuentra familia. «Cuando pedimos su número de chip nos empezaron a poner excusas y a contarnos que la perra, que tiene siete años, tiene unas calvas, que no estaba bien y que la tenían que mirar. La perra llevaba 25 días con ellos. Les dijimos que si en ese tiempo no la habían atendido que no se preocuparan que ya lo haríamos nosotras», recuerda.

Cuando Cora llegó a Burgos, incumpliendo los plazos del pliego de condiciones descubrieron que la perra estaba enferma. «Por eso no la querían traer, porque tenían miedo de una denuncia, porque no la habían tratado. Cora es una perra de pelo largo que ha venido rapada y con un baño dado. La perra tiene malassezia, con un raspado se detecta y tratas y no se ha hecho. No es una cosa grave, pero es muy visual y hay que tratarlo. Además, la perra llega con dos hileras de tumores en las mamas, que es cierto que eso no es culpa de Scooby, esto ya es cuestión de ética si como protectora lo tratas o, al menos, lo analizas. Nuestro veterinario nada más verlo nos dijo que tiene cáncer, aunque eso no viene recogido en el pliego que deban tratarlo. Por esta perra no se ha hecho nada. Venía con cataratas, con giardias y también con garrapatas pese al corte de pelo», cuentan indignadas.

En Scooby ahora mismo residen unos 20 animales de Burgos y desde Voluntarios Animales Burgos quieren denunciar las condiciones en las que se están encontrando a los animales que están sacando de la 'perrera' para poder gestionar su adopción.

Este periódico se ha puesto en contacto con Scooby, pero no ha podido recabar su versión de lo ocurrido.