Once parques caninos en Burgos para más de 17.000 perros: consulta el mapa completo

Tras la inauguración de las nuevas áreas de esparcimiento canino los lugares en los que los perros pueden jugar y socializar de manera segura pasan a ser once en la ciudad, que hasta ahora solo contaba con el parque San Isidro como el único espacio cerrado para que los canes pudieran disfrutar sin correas junto a otros animales.

A la ya mencionada zona en el parque de San Isidro se han sumado dos modelos de esparcimiento canino. Uno, el cerrado, es al que corresponde los parques de Fuentecillas, el parque de la Luz, de los Poetas, la Nevera, Buenavista y la calle San Roque; el otro modelo, el semiabierto, es al que adscriben las zonas que están situadas en el Cerro de San Miguel, el Parque de La Quinta-Las Veguillas, el Río Arlanzón y el Parque Juan Pablo II.

Las cuatro zonas semiabiertas se encuentras señalizadas con balizas, mientras que las seis cerradas están valladas para evitar que los perros puedan escaparse. Estas zonas, en las que los perros no están obligados a ir atados aunque sí a cumplir con una serie de normas, disponen, o dispondrán si todavía no lo hacen, de fuentes para mascotas, dispensador de bolsas para recogida de excrementos y bancos para que los humanos acompañantes puedan vigilarles mientras descansan.

El Ayuntamiento de Burgos, de mano de la concejalía de Medio Ambiente, ha invertido 91.155 euros para la creación de estos diez nuevos espacios de esparcimiento canino que buscan que los perros puedan pasear libremente y relacionarse con otros perros. Este tipo de espacios ofrecen beneficios para el animal, en ellos los perros pueden hacer ejercicio físico, jugar con otros animales y relajarse, lo que evita problemas de conducta y favorece la convivencia.

Al igual que fuera de ellos, donde la ordenanza municipal establece que los animales deben ir con la correa y sus humanos deben recoger sus excrementos, en las áreas de esparcimiento canino deben cumplirse las siguientes normas:

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