La decisión sobre las puertas de la Catedral de Burgos se basará sólo en criterios técnicos, según Patrimonio

«Es un proyecto complejo, de un bien de mucha envergadura y necesita mucha documentación», afirman fuentes de la Consejería de Cultura y Turismo. Por ese motivo, se mantiene una comunicación constante con el Cabildo Catedralicio, que va aportando los informes, los datos y la información que se le solicita. Y, cuando el expediente esté completo, entonces se llevará a una reunión de la Comisión Regional de Patrimonio para su evaluación y la resolución de la autorización.

Precisamente, dado que el cambio de las puertas afecta a un bien Patrimonio de la Humanidad como es la Catedral de Burgos, la encargada de analizarlo es la comisión regional, y no la comisión territorial de Burgos, por ejemplo. «El proyecto tiene que pasar por la Comisión Regional de Patrimonio para su autorización«, pues la Junta dará el visto bueno o no a la instalación de las nuevas puertas en función de cuál sea la resolución de los técnicos de patrimonio. La decisión será siempre «siguiendo criterios técnicos».

De ahí que todavía no se sepa cuándo se va a analizar el caso. Normalmente, la comisión se reúne una vez al mes, recuerda la Consejería, pero depende de los asuntos que lleven en cartera. Lo que tienen claro es que solo se llevará el proyecto de la Catedral de Burgos cuando se haya recabado toda la información necesaria, y así no dilatar en el tiempo la resolución. De momento, en Patrimonio tienen ya el informe remitido por Icomos, en el que se recomienda paralizar el proyecto, y que ha hecho suyo Unesco, añadiendo una advertencia por posible pérdida del Patrimonio Mundial.

«Todas las recomendaciones, los comentarios, los estudios y el proyecto se tienen que analizar por los miembros de la comisión y serán valorados por los técnicos a la hora de tomar una decisión«, reiteran. Lo mismo que ocurre con otros proyectos, que pasan siempre por manos de los expertos en patrimonio. Las decisiones tienen que ser técnicas y, en este caso, al ser un bien Patrimonio de la Humanidad, «se requiere de mayores valoraciones y estudios» y, estos, serán «pormenorizados».

Y mientras la Junta recaba información y la estudia, el proyecto de las puertas de la Catedral de Burgos sigue adelante. El Cabildo Metropolitano se encomienda a la resolución del gobierno regional, aunque admite que tampoco puede obviar a Unesco, que recomienda no sustituir las actuales puertas y alega razones también técnicas, vinculadas al valor patrimonial expcepcional de la Seo burgalesa. Desde el Cabildo insisten en que se trata de un proyecto cultural de gran valor y, si no se puede instalar en la portada, se encontrará otra ubicación en el interior de la Catedral.

La intervención tiene detractores, con una campaña de recogida de firmas que suma más de 32.000 apoyos, un manifiesto de profesionales y ciudadanos que cada vez tiene más adhesiones, valoraciones técnicas de colectivos, expertos y reconocidos profesionales del mundo del arte y la historia del país y un fuerte movimiento en redes sociales. Sin embargo, también hay quien defiende la iniciativa. Más allá del Cabildo se encuentra la hostelería o la FAE y se han lanzado, a través de la plataforma Change.org dos campañas de apoyo, de momento con escaso éxito.