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El decreto de cese de Julio Rodríguez Vigil ya estaba preparado. Basándose en una «pérdida de confianza absoluta», el alcalde tenía intención de cesar al edil de Ciudadanos como responsable de Licencias y, a partir de ahí, dejar que la formación tomase una decisión sobre ... su futuro político. Así que la dimisión de Rodríguez-Vigil ha sido forzada, aunque haya parecido voluntaria. Lo que dicen haberle ofrecido PSOE y Cs ha sido una salida «digna»: o dimites o te cesamos este mismo jueves. Y, claro, ha dimitido, pues él mismo reconoce que ha preferido salir «con elegancia».
La reunión extraordinaria de la Comisión de Licencias, que giró este miércoles en torno a la polémica del antiguo colegio Niño Jesús, fue la gota que colmó el vaso. Al menos así lo indica la portavoz socialista Nuria Barrio, quien estuvo presente en la misma junto con David Jurado, y en la que afirma que Rodríguez-Vigil acusó de mentir al alcalde al afirmar que sabía que el expediente sancionador estaba caducado pero dijo no saberlo en el pleno del pasado viernes. Una acusación que ha agravado la «pérdida de confianza» que arrastraba ya Daniel de la Rosa.
Rodríguez-Vigil «estaba cuestionando a los técnicos, atacándoles continuamente», apunta Barrio, quien le acusa incluso de «falta de diligencia» en la tramitación de los expedientes, recordando que se han caducado los del Niño Jesús estando él como responsable de Licencias. Así que en la reunión posterior a Licencias, en presencia de Vicente Marañón, David Jurado y la propia Barrio, el alcalde se lo dejó claro: dimites o te ceso. «Podíamos haberle cesado ayer (por el miércoles) pero quisimos darle una salida más digna», asevera Barrio.
Y lo mismo apunta Vicente Marañón, especialmente molesto con el comportamiento y la actitud del que ha sido, hasta este jueves, su compañero de partido. «Me parece una indignidad que pasen estas cosas. Es una vergüenza que haya gente que se llega a la política, como ciudadanos normales, pero que quieran hacer lo que le dé la gana», ha aseverado Marañón, quien reduce todo a un interés de Julio Rodríguez-Vigil de querer «cobrar más y estar en más comisiones», pues como concejal no adscrito tiene mayor presencia, aunque no en todas las comisiones tenga voto.
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Ruth Rodero Patricia Carro
Vicente Marañón ha recordado que, si se quiere, las discrepancias se solucionan. Y si no se consigue, y no se está a gusto en un sitio, lo ético es irse. Pero no quedarse como concejal no adscrito. «Ha sido una deslealtad por su parte», asevera Marañón, tanto en lo referente al grupo municipal de Ciudadanos como al propio equipo de Gobierno. Y, además, «el partido le ha apoyado hasta que nos hemos dado cuenta de que no podíamos seguir haciéndolo«. Ha sido entonces cuando se le ha dado esa oportunidad de salir «elegantemente», pero a juicio de Marañón no lo ha hecho.
El vicealcalde y portavoz de Cs recuerda que, en junio, cuando amagó con dimitir y se le retiraron las competencias de Vías Públicas, el partido ya le apoyó para evitar su salida. Ahora, no ha sido posible mantener ese apoyo. «Lo del Niño Jesús no ha tenido nada que ver. Es una casualidad que él ha intentado aprovechar», asegura, «asesorado por el Partido Popular. Es un juguete en sus manos y lo tirarán cuando deje de ser útil, que será pronto», ha vaticinado. «El que ha ninguneado al partido y lo ha traicionado es él, desde el primer día y nos hemos dado cuenta ahora».
Por ese motivo, en Ciudadanos le han reclamado oficialmente que devuelva el acta de concejal. Vicente Marañón le recuerda que firmó una carta ética que le obliga, en esta situación, a devolver el acta, pero no cree que lo vaya a hacer porque Julio Rodríguez-Vigil responde al «perfil de persona que firma cualquiera cosa». Ahora es cuestión de «ética, de la decencia que tenga una persona», aunque en Cs van a insistir. «El acta es legalmente suya pero se comprometió con el partido», ha señalado Lorenzo Rodríguez, el secretario de Acción Institucional.
Como máximo responsable de Cs en Burgos, Rodríguez se dirigirá a la dirección en Madrid para poner en su conocimiento lo ocurrido en el Ayuntamiento, y le recuerda a Rodríguez-Vigil que «se presentó por una lista cerrada y el número 27 tiene los mismos votos que él, así que por coherencia y responsabilidad política tiene que entregar el acta». Tanto Rodríguez como Marañón critican que el ya ex edil de Cs (que ha sido expulsado de la formación) se arrogue el derecho a representar a los votantes de Ciudadanos, pues insiste en que si ha salido como edil fue porque iba en una lista, no porque le votasen directamente a él.
Lorenzo Rodríguez le pide también que sea «valiente» y «no se agarre a la silla», que es lo que está haciendo ahora, asevera. «Es más fácil quedarse como concejal no adscrito y presentarse como el salvador», apunta, pero lo que está haciendo es «quitarle el derecho de ser concejal al siguiente de la lista». El secretario de Acción Institucional asegura que en el partido se le ha atendido, se le ha explicado cómo funcionan las cosas en política pero solo se ha visto que Rodríguez-Vigil ha ido por libre. «Un verso suelto», apunta Nuria Barrio.
Para la socialista, la actitud del ex concejal de Cs demuestra «una falta de ética tremenda». La portavoz asegura que ha habido «discrepancias serias» y que Rodríguez-Vigil ha generado muchos problemas y «tensiones» en las diferentes áreas de gobierno por las que ha pasado. En esta situación, y con el cese sobre la mesa, «si se te ha dado una oportunidad de tener una salida digna, dimite y vete», apunta Nuria Barrio, recordando lo que ocurría hace una semana con Israel Hernando, que presentó este mismo miércoles su renuncia, anunciada el jueves pasado.
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