La renovación de los contratos municipales de luz y gas serán por un año para ajustar precios

«Los nuevos contratos estarán supeditados a las ofertas que planteen las empresas», comenta el concejal de Ingeniería Industrial, Adolfo Díez, pero se tratará de conseguir el contrato con las mejores condiciones, el más barato o el que mejore el suministro. En definitiva, el que sea el más beneficioso para el Ayuntamiento, dadas las circunstancias.

Y, por ese motivo, se han planteado que esta renovación de la luz y el gas se haga por un solo año, así no se pillan los dedos ante un mercado tan fluctuante. «Los precios han mejorado», apunta Díez. Han bajado con respecto a hace un año, pero como tampoco se sabe qué va a pasar en los próximos meses, el Consistorio prefiere no comprometerse más allá de un año.

Así, los técnicos están valorando la situación para elaborar los pliegos de condiciones que regirán los contratos. El concurso irá a la baja, es decir, se lo llevará aquella compañía que presente la mejor oferta que, si bien se centrará en el precio final del servicio, tendrá también en cuenta otra serie de beneficios para el Ayuntamiento de Burgos.

El concejal explica que, como ambos contratos no caducan hasta el otoño, tienen tiempo para perfilar los pliegos y ajustarlos. Mientras, siguen con las tarifas cerradas pues han forzado a las actuales suministradoras a agotar la segunda prórraga. «Las empresas no querían», dada la situación actual, pero al Ayuntamiento le interesaba mantener esos contratos hasta el final.

Los contratos de luz y gas le suponen más de 7 millones de euros al Ayuntamiento. Con las tarifas actuales, el suministro de energía eléctrica ronda los 5 millones (a razón de unos 2,5 millones el alumbrado público y otros tantos para la iluminación de inmuebles, aproximadamente). Mientras, el consumo de gas son unos 2,5 millones también.

Esas cuantías se replican en el presupuesto municipal de 2023 que se va a aprobar este viernes, para su entrada en vigor la próxima semana. Eso sí, Adolfo Díez explica que han contemplado que los contratos tendrán que actualizarse y se ha incrementado la partida en 200.000 euros, suficiente para cubrir los últimos meses del año. Ya para 2024 habrá que revisar el presupuesto entero.

Mientras, el Ayuntamiento está implementando medidas para intentar ahorrar en los consumos energéticos y ser más eficientes. El nuevo contrato de alumbrado público, en licitación, llevará a la sustitución de 20.000 luminarias antiguas por las nuevas tipo led, lo que supondrán en algunos casos ahorros de hasta el 80% en consumo eléctrico, mejorando la iluminación.

Igualmente, se cuenta con un plan encaminado a fomentar el autoconsumo en los edificios municipales. Las nuevas construcciones se plantean prácticamente como autosuficiente (caso del proyecto del cívico de Fuentecillas) y, además, se están instalando placas solares en otros edificios ya construidos, como los bibliotecas, polideportivos y cívicos.

Los ahorros, en estos casos, pueden anclanzar hasta el 60% de los consumos propios de esos edificios. «Y son inversiones puras y duras», insiste Adolfo, pues se amortizan en muy poco tiempo y empiezan a dar beneficios rápidamente. A todo ello se suman renovaciones en calderas de gas, pocas, que todavía quedan en los centros escolares, también para memar los costes energéticos.