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Las cuentas todavía se están haciendo en el Ayuntamiento de Burgos. Es lo que toca en esta época del año: liquidar el presupuesto municipal y definir el remanente de Tesorería. Las cifras definitivas se conocerán a finales de febrero, pero el equipo de Gobierno ya ... tiene un avance, sobre el que están trabajando para decidir las inversiones a incorporar en el presupuesto de 2023.
Si bien el avance incluido en el borrador del presupuesto elevaba al 75 % la ejecución de 2022, los datos a cierre del cuarto trimestre corrigen a la baja ese dato. Así, y a falta de la cifra definitiva, la ejecución del presupuesto de 2022 se quedaría por debajo del 70 %, lo que supone alrededor de 188 millones de euros sobre los 277 millones de presupuesto total del pasado año.
El concejal de Hacienda, David Jurado, reconoce que esperaba una cifra más alta, pero también insiste en que el presupuesto de 2022 ha sido el más ambicioso de la historia del Ayuntamiento. De los 203 presupuestados inicialmente se ha llegado, vía modificados, a los 277 millones. Así, la cuantía ejecutada es mucho mayor que en años anteriores.
Eso sí, esa ejecución inferior al 70 % hará que la liquidación del presupuesto se cierre con un remanente de 90 millones, aproximadamente. Se trata de dinero que se ha presupuestado pero no se ha gastado, y Jurado matiza que «tampoco se ha perdido», ya que se queda en las arcas públicas y se va a incorporar a las cuentas de 2023, que se reforzarán al menos con 70 millones de euros.
Con la liquidación del presupuesto llegarán también los datos sobre la deuda del Ayuntamiento de Burgos, una deuda que se va reduciendo año tras año y que, si todo va según lo previsto, dejará de limitar las inversiones municipales ya en 2024.
David Jurado explica que 2022 se cierra con una deuda de 215 millones, de los cuales, solo 1,7 corresponden al propio Consistorio. El resto son deuda de los consorcios de Villalonquéjar y el Desvío, y solo 50 millones los tiene que pagar el Ayuntamiento, aunque el global le compute a efectos contables.
Para 2023 está prevista la amortización de 10 millones, lo que permitirá cerrar el año con un nivel de endeudamiento inferior al 110 %. ¿Y eso qué significa?, pues que el Ayuntamiento se libera de limitaciones y, cuando vuelvan las reglas de gasto, podrá invertir. Con un nivel de endeudamiento superior no podría hacerlo.
Eso sí, será para 2024. Mientras, estos últimos años, y por efecto de la pandemia, el Gobierno central ha suspendido las reglas de gasto, lo que ha permitido invertir sin condicionantes. Sin esta opción, habría que haber destinado buena parte de los recursos municipales a amortización de deuda.
«Es una primera estimación», insiste Jurado, que parte de asumir que serán unos 40 millones de euros los que se incorporarán de inversiones adjudicadas pero no ejecutadas, pues están comprometidas; y al menos otros 30 millones que se incluirán en el presupuesto a través de un modificado de crédito para financiar otras inversiones que se han quedado fuera o son nuevas.
En esos 30 millones se incluirán, por ejemplo, obras como las de Villatoro, cuya tramitación está en marcha para poderse licitar una vez se garantice que existe partida económica; el modificado del proyecto de la perrera municipal; o la renovación de los contenedores soterrados.
Es una forma de no perder comba, habida cuenta de que el 2022 se cerrará con un nivel de ejecución del capítulo de inversiones del 32 %, unos 26 millones de euros de los casi 80 presupuestados. Eso sí, hay otros casi 50 millones en proyectos adjudicados pero no ejecutados, y que ya están comprometidos.
En cuanto a los plazos, el concejal de Hacienda asegura que si la liquidación del prespuesto se cierra este febrero, y el presupuesto municipal de 2023 se aprueba este viernes (entrando en vigor la próxima semana), el modificado que incorporará los 40 millones ya comprometidos se aprueba de manera automática. Y el segundo modificado, con esos 30 millones para inversiones, se quiere llevar al pleno de marzo para agilizar los proyectos vinculados.
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Eso sí, este modificado no será el único. A lo largo del año tendrá que haber otros para ir incorporando otras inversiones, como el futuro centro cívico de Fuentecillas. En presupuesto se han reservado 500.000 euros para el modificado del proyecto, su actualización en costes, pero para poder licitar las obras habrá que servar una nueva partida económica.
Jurado insiste en que se pueden contar con estas cifras, con esos 30 millones libres para inversiones, porque están suspendidas las reglas fiscales. También porque el año pasado se consiguió elevar el presupuesto, de los 203 iniciales a los 276 finales, lo que ha permitido alcanzar un buen nivel de inversiones aunque la ejecución se haya quedado más baja.
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