«Quiero que la gente acuda a los Sampedros, se lo pase bien y se divierta»

Sin embargo, Daniel de la Rosa defiende el programa de los Sampedros 2022, las fiestas mayores de Burgos que llegan con toda la ilusión tras dos años de parón forzado por la pandemia de la covid-19. El alcalde desgrana brevemente, con motivo del balance del tercer año de mandato, lo que los burgaleses se van a encontrar a partir de este viernes, cuando arranque los festejos.

Y De la Rosa admite que hay «ganas enormes» por celebrar los Sampedros, así que el equipo de Gobierno lo ha asumido «con la máxima ilusión y con muchísima ambición. Nunca hemos gastado tanto tiempo, esfuerzos y recursos para unas fiestas, pero merece la pena», ha afirmado. Además, esperan miles de burgaleses en la calle porque «la gente las va a acoger con más fuerza que nunca».

«Hemos apostado por un modelo de fiestas muy diferente, no somos el Partido Popular», ha recordado el alcalde. De ahí que haya cambios, como los ha habido en la gestión de la política social, en la deportiva o en las obras, apunta. La Proclamación de las Reinas ha sido diferente, pero también lo será la bomba anunciadora, con un ambiente mucho más festivo.

«Hemos apostado por los jóvenes de manera decidida, con el programa 'Excéntrico'. Un festival joven en el entorno de El Hangar con grupos de primerísimo nivel», defiende De la Rosa después de que los jóvenes se quejaran de falta de programación y forzaran la incorporación de cuatro verbenas, pues el programa inicial solo contaba con una.

También se ha incluido, por primera vez, una semana de conciertos para los más mayores en San Juan. Y hay dos escenarios para conciertos de gran formato, San Amaro y la Plaza de Santa Teresa, y tres complementarios menores. Sigue habiendo hueco para la música castellana con Músicas de Raíz. «La gente no va a saber a dónde ir», insiste el alcalde.

«Seis sesiones de fuegos artificiales. Y sí, va a haber toros. Y feria de tapas. Hasta barracas. La gente tiene que desconectar y pasárselo bien». Eso es que quiere Daniel de la Rosa, «que la gente acuda, se divierta» y siempre garantizando su seguridad en todo momento, de ahí el operativo especial «mucho más potente que nunca».

Daniel de la Rosa ha hablado también de la polémica que se suscitó cuando se anunció el traslado de las barracas a Fuentecillas, y que finalizó la decisión de ubicar la feria de atracciones en Villatoro. «No creo que con las barracas haya cometido un error, pero sí es algo en lo que he arriesgado mucho y seguimos arriesgando. Y tiene un coste personal y político, de desgaste».

Como hiciera en su momento, el alcalde defiende que «lo más fácil» habría sido mantener las barracas en el Polígono Docente, ignorando las quejas de los vecinos y las peticiones de la UBU, como hicieron alcaldes anteriores, ha indicado. También obviar que Burgos necesita un recinto ferial permanente. Pero su compromiso fue solucionar ambos problemas, y tiene intención de hacerlo.

El recinto ferial se llevará a los terrenos de la CLH. Eso sigue en pie aunque no haya todavía hablado con los vecinos. Lo hará y les dirá que «tienen que entender que no hay soluciones mágicas y que es muy difícil encontrar una parcela en la que el Ayuntamiento pueda actuar y que reúna las garantías, y que se pueda poner en marcha en dos o tres años».

Es el plazo comprometido con los vecinos de Villatoro para disponer del recinto ferial y retirar de ahí las barracas, de nuevo en una ubicación provisional. Ante el rechazo «brutal» de los vecinos de Fuentecillas, De la Rosa admite ser capaz de reconocer sus errores y aprender de ellos, aí que se «volvieron locos» para encontrar una nueva ubicación en la que «no molestaran a casi nadie».

En Villatoro, las barracas están lejos del barrio, pero más cerca del global de la ciudad que estaban en La Milanera. Se pondrán autobuses lanzacera para acudir con seguridad. Se podrá ir andando, con un acceso peatonal que se habilitará el viernes, y el alcalde afirma que será el primer en ir y juzgar si la ubicación es la adecuada. Aun así, insiste en que serán dos o tres años.