«Ha habido incremento de la demanda psiquiátrica pero no hay una pandemia psicológica»

Algunos de estos pacientes han superado la covid y tienen secuelas, «como pérdida de memoria, insomnio, apatía y cansancio», según explia De la Gándara, pero también hay otros que requieren ayuda por haber perdido a un ser querido y, en un porcentaje considerable, personal sanitario que acusa el estrés después de un año de emergencia sanitaria.

Sin embargo, tal y como explica el jefe de Psiquiatría, quienes más han acusado el estado de alarma han sido las personas mayores, a quienes la situación de aislamiento, soledad y miedo al virus, les han provocado «un deterioro físico y cognitivo importante en un año«. También son habituales en su consulta los trastornos de ansiedad de pacientes de riesgo que viven intensamente el miedo a contagiarse.

A pesar de que la sensación generalizada es la de que han aumentado las patologías psiquiátricas a causa del estado de emergencia, De la Gándara manifiesta: «Ha habido incremento de la demanda psiquiátrica pero no hay una pandemia psicológica».

En este sentido, y al contrario de lo que pueda parecer, «los enfermos de antes no han empeorado durante el estado de alarma». Esto, según el psiquiatra, se debe en parte a los recursos que su unidad ha puesto a disposicicón de los pacientes y al seguimiento y acompañamiento constante que han efectuado con los enfermos y su familias».

Con el lema «No te veremos pero te atenderemos», han continuado pasando consulta teléfonica a diario, pautando medicación y terapias también a través de internet y controlando la medicación de los pacientes.

Hoy, un año después, han recuperado el 100% de las consultas presenciales. «Al año solemos ver en torno a 10.000 pacientes en toda la provincia por lo que este año habrá aumentado a 12.000», reconoce De la Gándara.

Por este motivo, destaca «el gran trabajo» que ha llevado a cabo su equipo, ya que, a pesar de la situación de pandemia y del crecimiento en la demanda del servicio, «las listas de espera no solo no han aumentado, sino que las hemos reducido, hemos incrementado las tasas de asistencia«, expone.

Por ello, De la Gándara quiere enfatizar el mensaje positivo, «lo profesionales han estado a la altura, mi equipo ha respondido fenomenal, nuestros pacientes más graves han resistido, hemos contenido que hubiese una marabunta de ingresos en Pisquiatría y, a partir de ahora, es posible compaginar la vida relativamente normal con el cuidado y con las medidas de seguridad».