García-Sastre: «Con la variante ómicron y la Semana Santa, esperaría a quitar las mascarillas en interiores»

Así se quiere dejar atrás la fase aguda de la pandemia. Solo están obligados a guardar cuarentena algunos grupos de población: los que tienen síntomas graves, los mayores de 60 años, embarazadas, inmunodeprimidos y los que trabajan con población vulnerable como los citados anteriormente o trabajadores de residencias y centros sociosanitarios. Pero, como señala el virólogo burgalés, Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, «si alguien tiene síntomas se queda en casa, ya sea gripe o SARS-CoV-2. O si tiene que salir, al menos que use mascarilla e intente limitar el número de contactos».

Porque más allá del debate existente en la calle y entre los expertos sobre si la gripalización de la covid-19 puede funcionar o es un peligro, García-Sastre pone el foco en cómo se ha gestionado la gripe, «nunca se ha hecho de la forma más óptima». También señala que se debería aplicar lo que hemos aprendido con esta pandemia en la gestión de otros virus respiratorios.

«Más que usar ahora las mismas medidas que usábamos antes para gestionar la gripe con el SARS-CoV-2, hay que usar mejores medidas. Antes no se aplicaban los suficientes mecanismos para disminuir los casos de gripe. No estoy diciendo que haya que adoptar medidas tan drásticas como se ha hecho para la covid-19, sin embargo, la gripe nunca se ha tratado de la forma más óptima para disminuir los casos más severos sin causar trastornos en la vida diaria», asegura el virólogo.

Sin embargo, García-Sastre sí considera que estamos en el punto de gestionar la covid-19 como una gripe. Eso sí, siempre que se mejoren las medidas afrontadas para gestionar la gripe. «Lo más importante aquí es que la gripe no ha sido considerada durante mucho tiempo como algo importante y, sin embargo, sí lo es». Explica que ahora es el momento de reflexionar sobre cómo se estaba tratando la gripe, «no es la forma más óptima», asegura. «Aunque la gripe estacional no causa crisis sanitarias, se puede mejorar en cómo se intenta disminuir y usar la misma técnica para los casos de covid».

La covid-19 nos ha evidenciado algo que ya sabíamos, pero ha aumentado su relevancia: las campañas de vacunación funcionan. «Con la gripe ya sabíamos que las vacunas salvan vidas, pero no se han promovido tanto las campañas vacunales de gripe. Incluso en los grupos recomendados de vacunación nunca ha habido una cobertura vacunal como la de la covid», evidencia García-Sastre. Por ello, apuesta porque se aproveche el éxito de la vacunación en España y la confianza de los españoles para subir la vacunación con gripe, «lo que supondría menos casos severos. No eliminaría los casos, pero los disminuiría».

Al debate sobre la gripalización de la covid-19 se suma otra división, entre los que están a favor y en contra del paso definitivo: eliminar la mascarilla en interiores. Países cercanos como Francia, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Islandia ya no imponen la mascarilla en interiores, salvo algunas excepciones. En este sentido, García-Sastre reconoce que su preferencia personal, teniendo en cuenta que los contagios se han estabilizado, pero siguen siendo altos y que la Semana Santa está cerca, es que ciertas medidas se sigan manteniendo. «Con la nueva variante de ómicron y esta situación, dejaría algún tipo de medida. Después de Semana Santa, si sigue bajando, se podría quitar la medida de las mascarillas en interiores», explica.

Pero deja claro el virólogo que, actualmente, no se sabe exactamente cuál es la mejor medida que se puede tomar. «Desde luego, con las mismas medidas con mascarilla o sin mascarilla, va a haber más contagios sin mascarilla. Ahora ¿cuántos más? Igual son muy pocos y no causan mucho impacto, pero a lo mejor se dispara. Es cuestión de aprendizaje y error».

Y dentro de este aprendizaje que, al menos, esperamos haber podido extraer de la pandemia, el uso de las mascarillas es algo por lo que aboga García-Sastre. «Quizá sea algo a tener en cuenta para aplicar a la gripe. No de un modo general, pero sí, por ejemplo, si alguien tiene síntomas se debe quedar en casa, ya sea gripe o SARS-CoV-2. O si tiene que salir, al menos, que use mascarilla, limite los contactos o no se junte con grupos de riesgo». El virólogo burgalés señala que el uso de mascarillas puede ser una buena fórmula para frenar la gripe durante la temporada entre grupos vulnerables como, por ejemplo, en las residencias de ancianos o en los hospitales.