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La Navidad es una época del año en la que aumenta el uso de pirotecnia. Esto, unido a que los burgaleses cada vez adoptan a más animales de compañía, evidencia la necesidad de conocer cómo les perjudica. De hecho, Burgos tiene censadas casi tantas mascotas como menores de 15 años.
La pirotecnia es molesta para los animales de compañía puesto que no comprenden su origen y su oído está mucho más desarrollado que el humano. Por consiguiente, muchos sufren elevados niveles de ansiedad, cuyos síntomas son exceso de salivación, ladridos compulsivos, agresividad, llanto, incontinencia e, incluso, convulsiones.
Hasta tal punto es el estrés que padecen algunos animales por la pirotecnia que pueden llegar a morir, como el perro guía que falleció en Granada guía tras huir del estruendo de la pirotecnia. Asimismo, pueden escaparse y perderse.
Sin embargo, hay una serie de recomendaciones para hacer sentir mejor y aportar seguridad a las mascotas, principalmente a gatos y perros. Los veterinarios también pueden proporcionar tranquilizantes para aquellos animales más sensibles a la pirotecnia.
El primer paso es tenerle identificado con una placa en la que esté un número de teléfono de contacto. También es preferible que tenga microchip por si se pierde.
Evitar los paseos mientras dure la pirotecnia. Ayuda dar paseos más largos y jugar con la pelota durante las horas tranquilas para que esté cansado por la noche.
No dejarle solo, sobre todo, si está en un ambiente desconocido o nuevo. Sin embargo, si se queda solo en casa, la música y sus juguetes preferidos pueden hacerle sentir mejor.
Permitirle esconderse si lo necesita. De hecho, es buena idea prepararle una guarida que le haga sentir seguro y cómodo cuando quiera resguardarse, como un trasportín o el baño. A algunos animales les relaja estar en una habitación interior sin ventanas y escuchar música suave.
Si no tiene hambre no obligarle a comer y si está escondido en una zona segura no molestarle. Evitar que esté atado en casa porque puede lesionarse cuando se altere.
Los animales de compañía también tienen derecho a disfrutar de la Navidad y, para ello, sus dueños pueden considerar los peligros a los que están expuestos en estas fechas, desde alimentos hasta plantas y objetos.
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