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La explosión de la pandemia del coronavirus covid-19 en Burgos, a medidados de marzo, obligó al Hospital Universitario de Burgos a tomar medidas drásticas para hacer frente al aumento de ingresos de pacientes contagiados con el virus. Lo que empezó siendo un goteo controlable, ... se convirtió en una marea que ha puesto a prueba las capacidades del centro burgalés, y ahora toca pensar en cómo volver a la normalidad.
Como este mismo martes indicaba la consejera de Sanidad, Verónica Casado, la reversión del HUBU no va a ser inmediata, pero ya se trabaja en un plan de fases para programa la recuperación de la actividad ordinaria. Y la primera de esas fases consistirá en la reagrupación de pacientes con covid-19, que ahora se encuentran más o menos dispersos por diferentes plantas, dentro del proceso de expasión.
Los contagios por coronavirus empezaron estando en la planta 7 del Bloque 7, vacía y reservada para este tipo de situaciones. De hecho, fue la que se habilitó para la crisis del ébola aunque no fue necesario usarla. De ahí, se pasó a la planta 4 del mismo bloque y, a medida que crecieron los ingresos se fue copando el bloque H y pasando al bloque B. Y que se llegaron a acumular 202 ingresos de covid-19 confirmados.
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Todo ello mientras se reubicaba a los pacientes no covid, los casos urgentes y preferentes que se han seguido gestionando en el HUBU tras suspender toda la actividad programada. Así que lo lógico ahora es que el plan de reversión a la normalidad pase por reagrupar a pacientes, una vez la presión asistencial está a la baja. Actualmente, hay ingresados en planta 135 pacientes covid-19, un 40% del total de camas ocupadas.
Desde el Hospital de Burgos explican que, tras la agrupación de pacientes covid-19, los espacios liberados se limpiarán y desinfectarán a fin de poder recuperarlos para los servicios a los que pertenecen. Y, de ahí, ir recuperando la actividad programada. Siempre bajo la supervisión de la Gerencia Regional de Salud, matizan, y siguiendo criterios de prevención, en función de la evolución de los contagios.
Lo mismo ocurre con la UCI extendida, que ha llegado a contar con 85 puestos habilitados a través de la UCI, la unidad de reanimación postanestésica o los bloques quirúrgicos y que, actualmente, con 46 pacientes covid ingresados (y 52 totales en cuidados intensivos), ha reducido el número de puestos funcionantes a 75 (aunque se cuenta con todos los respiradores mecánicos dipuestos por si fueran necesarios).
Dentro del plan de reversión se incluirá la decisión de dejar de realizar derivaciones al Hospital Recoletas, que desde el 23 de marzo viene recibiendo pacientes del HUBU libres de covid, sobre todo para traumatología y cirugía plástica. Cuando el Hospital de Burgos vaya recuperando espacios, cesarán las derivaciones al Recoletas. Actualmente tiene 11 pacientes derivados.
Mientras, se mantendrán las del San Juan de Dios, pero ya ajustadas al convenio original, que sigue vigente este 2020, y que tuvo que ampliarse por la crisis sanitaria de modo que son 90 y no 80 las camas que están a disposición del HUBU para sus necesidades actuales. Son 68 los pacientes ahora derivados.
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