La FAMPA aboga por una vuelta a clase presencial a pesar de la incertidumbre

«Queremos que los niños vuelvan a las aulas porque el colegio es el sitio más equitativo e igualitario que existe en la sociedad. Allí a todo el mundo el mundo se le trata igual y esto lo hemos podido comprobar durante el confinamiento, en el tercer trimestre, en el que la educación ha sido telemática y donde se han visto agravadas las diferencias sociales, económicas y la brecha ha sido grande», explica Francisco José Sánchez, presidente de la FAMPA.

«Apostamos por la presencialidad y por la calidad de la educación, no tiene nada que ver la educación presencial con la que se ha estado dando 'online'. Nosotros aceptaremos las peticiones sanitarias y si la autoridad sanitaria determina que hay que volver a las clases 'online', lo respetaremos, pero nosotros apostamos por volver al cole», insiste Sánchez, que remarca que: «Respetamos el movimiento que ha surgido entre algunas familias, pero no tiene nada que ver con nosotros».

Desde la FAMPA aseguran haber visto el protocolo de la Junta de Castilla y León para esta vuelta a las aulas y están a la espera de ver cómo será aplicado en cada centro escolar. «Los equipos directivos han trabajado en cada colegio y no es igual un centro rural pequeño que uno con más de mil alumnos como puede haber en la capital», explica. Además, Francisco José cree que las «deficiencias» se irán viendo cuando comiencen las clases.

El día 9 de septiembre es la fecha que tienen marcada en el calendario los alumnos de infantil y primaria para volver a empezar, y el 14 de septiembre es la vuelta de los estudiantes de secundaria, aunque con los datos sanitarios que en la actualidad se están dando la palabra que más repiten los actores implicados en esta vuelta al cole es la «incertidumbre».

«Sobre todo en las zonas rurales, donde durante el estado de alarma no hubo demasiada incidencia, pero ahora lo están viviendo más de cerca», explica. El problema en estos casos viene de la mano de los Colegios Rurales Agrupados, que juntan en sus aulas a niños de diferentes poblaciones, si la zona básica de salud en la que el centro se encuentra quedase aislada, serían muchos los niños afectados.

Lo que repite una y otra vez Francisco José Sánchez es que, llegado el momento, las decisiones serán «sanitarias». «Ni siquiera sabemos si será Educación quien pueda decidir mucho sobre la vuelta al cole», afirma, aunque asegura que las familias necesitan «un poco de previsión en caso de que haya algunas localidades en las que los colegios no puedan abrir porque la conciliación es un tema que afecta a muchas familias».

«Esperemos que los casos que haya sean leves, pero al final es como cuando un niño se pone malo, no debería suponer mayores problemas y si no, habría que buscar soluciones de conciliación. El problema es que habrá niños que estarán en casa sin ningún tipo de síntomas, pero vamos a tener que ir buscando soluciones sobre la marcha», asevera.

Lo que sí asegura es que les gustaría «conocer los detalles» del protocolo. «¿Qué hubiera pasado si el confinamiento de Aranda hubiese sido durante el curso? ¿Habrían cerrado el colegio entero o solo algunas aulas?», se pregunta.

«Queremos tener participación en los centros de la organización, que podamos opinar de los protocolos que se están preparando», reclama. Porque, además, no conocen qué ocurrirá en caso de que haya un positivo ya que el «protocolo que ha hecho la Junta es un protocolo de prevención y no de actuación», no decide qué se hace. «Educación no dice que si hay un niño que da positivo se va toda la clase a casa, eso lo decide Sanidad», insiste.

«En esta pandemia estamos viendo muchas cosas que no casan. Al teatro solo puede ir la mitad del aforo, pero en el autobús o en un avión se puede completar el 100% de la capacidad, hay cosas que no cuadran, pero en nuestro caso las opciones pueden puede por aislar un clase o que nos vayamos todos a casa y que nos vayamos todos a casa no puede ser», remarca.

En cuanto al inicio de curso, Sánchez asegura que «no saben» si podrán volver a las aulas en las fechas establecidas. «Queremos que se empiece al menos en las zonas en las que las autoridades sanitarias así lo crean conveniente, lo que no nos gustaría es que fuese un cierre generalizado de todo Castilla y León o a nivel nacional. Nos vamos a tener que ir acostumbrando a que haya cierres localizados y a ir funcionando así, es una forma diferente, todos tenemos respeto por lo desconocido, pero nos vamos a tener que adaptar», comenta resignado.