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La vuelta al cole en plena pandemia
Vuelta al cole

La vuelta al cole en plena pandemia

La Junta de Castilla y León ya tienen preparado el Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid-19

Ruth Rodero

Burgos

Miércoles, 19 de agosto 2020, 08:04

La vuelta al cole este curso 2020-2021 se presenta más complicada que nunca. La incertidumbre por la evolución de la pandemia de coronovirus pone a los centros educativos en el centro del huracán de una crisis que comenzó con el confinamiento en marzo y ... que todavía no se ha resuelto. Las dudas sobre cómo volverán los escolares a las aulas centran los esfuerzos de las instituciones educativas que trabajan en el protocolo a seguir.

Este protocolo, aún sin publicar de manera definitiva, recoge medidas preventivas y educativas para permitir a los centros educativos no universitarios públicos y privados planificar el curso ante los posibles escenarios que puedan plantearse desde el punto de vista sanitario.

La Junta de Castilla y León adoptó el acuerdo 29/2020 del 19 de junio por el que se ha aprobado este Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a esta crisis sanitaria ocasionada por la covid-19.

Aunque el borrador se aprobará seguramente a finales de este mes, en este protocolo se recogen medidas de prevención y actuación, principalmente, con dos objetivos: evitar los contagios y detectar de manera precoz y aislar los posibles casos que puedan producirse en los centros.

Para ello, se formarán grupos estables de convivencia que, en el primer y segundo ciclo de educación infantil y el primer curso de primaria, contarán con un máximo de 25 alumnos. Estos grupos no tendrán interacción con otros, pero dentro de su aula tendrán movimiento libre sin necesidad de cumplir con la distancia de seguridad de metro y medio ni usar la mascarilla. De esta manera, y según recoge el protocolo de la Consejería de Educación, ante la aparición de un brote se puede aislar a todo el grupo, poniendo en cuarentena a las personas, mientras el resto de clases puedan seguir funcionando. Para el resto de cursos, a partir de segundo de primaria, sí será obligatorio mantener la distancia de seguridad o el uso de la mascarilla si esta distancia no se puede mantener.

El escrito recoge también la posibilidad de que, ante un brote, las autoridades sanitarias puedan decretar el cierre del centro educativo y suspender la actividad educativa presencial. Para ello se fomentarán las aulas virtuales y la formación en estas competencias tanto en docentes como en entre el alumnado.

Además, para evitar situaciones de 'desconexión' como ya ocurrió en marzo, la Consejería establecerá medidas para dotar de equipos y conectividad al alumnado más necesitado. Los accesos estarán controlados y diferenciados, mientras que en las aulas se evitará que el alumnado se siente frente a frente. Mientras, en educación Infantil, los alumnos no deben acudir al centro con objetos o juguetes de casa.

Otro de los puntos problemáticos se centra en el patio, para el que la Junta considera necesario una organizar las salidas y regresos del recreo de manera escalonada, minimizando al máximo posible el cruce en pasillos y escaleras entre el alumnado y evitando la interacción entre diferentes grupos estables.

Los profesores se enfrentan al reto de limitar los juegos de contacto o aquellos que impliquen intercambios de objetos, mientras que las autoridades sanitarias pueden indicar que bancos, mobiliario y juegos puedan prohibirse.

Las personas consideradas de riesgo, personas con enfermedad cardiovascular, incluida hipertensión, enfermedad pulmonar crónica, diabetes, insuficiencia renal crónica, inmunodepresión, cáncer en fase de tratamiento activo, enfermedad hepática crónica severa, obesidad mórbida embarazo y mayores de 60 años podrán volver al trabajo, siempre que su condición clínica esté controlada y lo permita, manteniendo las medidas de protección de forma rigurosa. En el caso de alumnos cuyos problemas de salud les conviertan en personas de riesgo, se extremarán las medidas de protección y seguridad de forma rigurosa.

¿Y qué ocurrirá si se detecta un caso positivo en el centro? En caso de que entre el alumnado o personal del centro se detecte alguno de los síntomas de la covid-19 deberán seguirse las normas ya conocidas de aislamiento y no acudir al centro.

Si un alumno comienza con síntomas, o estos son detectados por personal del centro durante su jornada escolar, procederán a aislarle a una sala para uso individual, designada para este caso y que cuente con ventilación adecuada y con una papelera de pedal con bolsa, donde el alumno tire la mascarilla y pañuelos desechables. Se avisará al equipo directivo y se facilitará una mascarilla, tanto para el alumno como para la persona que le cuide. Se avisará a la familia para que venga a recogerle informándola que debe contactar con su centro de salud. En caso de gravedad el centro educativo contactará con el teléfono de emergencia (112) para que se evalúe su caso.

El personal del centro que detecte síntomas deberá ponerlo en conocimiento del equipo directivo y abandonar el centro educativo. Contactarán con su centro de salud y seguirán sus instrucciones. El centro educativo o el propio afectado deberán poner la situación en conocimiento del servicio de prevención correspondiente.

El 'aula de vigilancia' se limpiará y desinfectará en profundidad tras cada uso y existirá una coordinación fluida y efectiva entre el centro y los servicios asistenciales y de salud pública de la Comunidad Autónoma, para organizar la gestión adecuada de posibles casos y su estudio y seguimiento.

Además, ni alumnos ni personal del centro podrán acudir al centro educativo hasta que reciban el alta médica, debiendo aportar el correspondiente justificante.

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