La ciencia detrás de 'La sociedad de la nieve': lo que provoca el frío extremo

Algunas particularidades del frío es que provoca muchos cambios en el organismo y además se contagia. El frío llega a doler, porque estimula los receptores del dolor bajo la piel. Además, si vemos una imagen de frío, esa visión hace que nuestro organismo baje automáticamente la temperatura. Como les habrá pasado a muchos espectadores viendo la película de Bayona que compite en los Premiso Oscar.

En términos generales, la exposición al frío se puede soportar hasta los -10 grados con vestimenta adecuanda. A partir de los -20 grados la sensación es más desagradable y es necesario cubrirse la cara, porque la nariz y la boca se pueden congelar con una exposición prolongada y se pierde tejido.

Por debajo de los -20 grados es cuando empieza a ser peligroso, porque el cuerpo humano está clínicamente muerto cuando baja de los 27 grados de temperatura corporal (generalmente la temperatura corporal es de 36-37 grados). Cuando hablamos de temperaturas muy bajas es importante el concepto de sensación térmica, que es la unión de la temperatura y la fuerza del viento ( podemos estar a 30 bajo cero y tener una sensación de -50 por la fuerza del viento). En 'La sociedad de la nieve' esa sensación se veía agravada por las rachas de viento, tal y como se aprecia en la película.

La tiritona es un mecanismo del cuerpo para aumentar la temperatura. Además, el cuerpo, para aclimatarse al frío, sufre cambios en la microbiota que cambia para acelerar el metabolismo y para producir más energía quemando más grasas. También se produce un descenso del riego sanguíneo en las extremidades porque la sangre se concentra en nuestro interior para regar los órganos vitales. De ahí la lividez y la pérdida de sensibilidad en las extremidades que pueden llevar a la congelación y la consiguiente amputación.

Por otro lado, la piel de gallina es un vestigio de cuando nuestros ancestros tenían más vello corporal. El erizarse el vello es porque era necesario para cubrir la piel y combatir el frío en las zonas expuestas.

La ciencia explica que la temperatura más baja a la que se puede llegar, de forma hipotética porque se están haciendo pruebas, es el 0 absoluto: los -273,15 grados centígrados. A esta temperatura todas las moléculas dejan de vibrar. En la estación espacial internacional se está investigando para llegar a estos límites de 0 Kelvin.