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Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
Francisco González
Tres de cada cuatro corzos de Burgos están infectados por una larva parasitaria

Tres de cada cuatro corzos de Burgos están infectados por una larva parasitaria

La enfermedad del corzo está ampliamente extendida por la provincia de Burgos. En las zonas montañosas la población se ha visto más afectada porque la enfermedad provoca problemas respiratorios y debilita a los ejemplares

Miércoles, 31 de enero 2024, 07:22

La dirección provincial de Tráfico en Burgos confirmaba que, por primera vez en muchos años, la cifra de accidentes con animales salvajes se había reducido con respecto al año anterior.

Las causas, según apuntaba Raúl Galán, jefe provincial, pueden ser varias, pero señalaba la enfermedad del corzo ... que estaba disminuyendo la población como una de ellas.

Algunos agentes medioambientales con los que ha hablado BURGOSconecta confirman que están apreciando un descenso de la población de corzos en la provincia, pero señalan que sus afirmaciones solo se basan en eso, en apreciaciones, ya que ya no se realiza un censo de la población de corzo.

Desde el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos confirman que no han disminuido los ingresos de corzos en el centro, pero hasta ahí llegan animales heridos o muertos principalmente por accidentes de tráfico. En 2023 entraron 71 corzos, en 2022 fueron 75, en 2021 fueron 76 y en 2020 bajaron hasta los 48 por la disminución de tráfico durante la pandemia.

La mayoría de corzos del CRAS, infectados

«El 98% de los corzos que nos llegan son por atropellos y no todo el mundo se molesta en traer el animal aquí, aunque esté malherido y otros corzos, aunque estén heridos, huyen», confirma Álvaro Soto, veterinario del CRAS. Pero la mayoría de los corzos que ingresan lo hacen con el parásito. Lo que confirman es que no ingresan más corzos en el CRAS debido a esta enfermedad.

La enfermedad es la cefenemiosis y afecta a tres de cada cuatro corzos de la provincia. Así lo establece un estudio de Néstor Martínez Calabuig realizado para el departamento de patología animal de la Universidad de Santiago de Compostela. Este investigador pidió cabezas con cuello de corzos al CRAS que está colaborando con él. De las 45 cabezas llegadas desde Burgos analizadas por este investigador, 32 tenían larvas, es decir, el 71,1%.

Enfermedad ampliamente extendida

La cefenemiosis o enfermedad del corzo se encuentra ampliamente extendida por la provincia de Burgos, así lo confirma la investigación de Néstor MArtínez Calabuig . Es una enfermedad que solo afecta al corzo, no se transmite a otros ungulados, ni al ganado, tampoco a las personas. Aun así, preocupa porque puede diezmar la población de estos animales.

Así coloniza al corzo la ‘Cephenemyia Stimulator’

También llamada moscarda del corzo, es un insecto díptero del grupo de los tábanos que necesita de otro ser vivo para completar su ciclo vital, en este caso utiliza al corzo.

13-17mm

Moscarda

del corzo

Vuela a una velocidad de 40km/h

3-9mm

Mosca

común

El ciclo de la moscarda del corzo

Mayo-junio-julio

Durante estos meses las hembras, con las larvas creciendo en su interior, vuelan al aire libre.

Larvas

Las larvas tienen tres fases de crecimiento denominada L1, L2 y L3.

Gancho bucal

Espinas

en los segmentos

30

mm

13

mm

1-3

mm

L1

L2

L3

Septiembre

a diciembre

Enero

a febrero

Febrero

a marzo

Agosto

Con las larvas ya maduras buscan un huésped donde depositarlas, en este caso son los corzos.

Se posan en la nariz y depositan en su interior las larvas

De septiembre a diciembre

Las larvas se mantienen inactivas esperando el momento de migrar hacia el interior del aparato respiratorio.

El estado de las larvas en esta fase es de L1.

Aquí comienza el riesgo de muerte para el corzo ya que la infección disminuye su capacidad respiratoria haciendo que tenga una menor capacidad para correr y por lo tanto tiene más probabilidades de ser cazado o de morir asfixiado.

Entre enero y febrero

Las larvas se mantienen inactivas esperando el momento de migrar hacia el interior del aparato respiratorio.

El estado de las larvas en esta fase es de L2.

Un corzo

aloja entre

30 y 40

larvas

Fosas nasales

Faringe y laringe

Larvas

Se alimentan de las mucosas y de los fluidos producidos por células inflamatorias.

Un número mayor de ejemplares mataría al animal, algo que no le interesa ya que si muere el huésped, muere la larva de moscarda del corzo.

De febrero a marzo

Las larvas, ya maduras, migran de los conductos internos hacia las fosas nasales para salir al exterior, ya sea por si mismas o con estornudos del corzo.

El estado de las larvas en esta fase es de L3.

Una vez en el suelo se ocultan bajo la hojarasca.

Entre abril y mayo

La larva se convierte en mosca, terminando así el ciclo.

Fuente: trofeocaza.com / Elaboración propia

Así coloniza al corzo la ‘Cephenemyia Stimulator’

También llamada moscarda del corzo, es un insecto díptero del grupo de los tábanos que necesita de otro ser vivo para completar su ciclo vital, en este caso utiliza al corzo.

13-17mm

Moscarda

del corzo

Vuela a una velocidad de 40km/h

3-9mm

Mosca

común

El ciclo de la moscarda del corzo

Mayo-junio-julio

Durante estos meses las hembras, con las larvas creciendo en su interior, vuelan al aire libre.

Larvas

Las larvas tienen tres fases de crecimiento denominada L1, L2 y L3.

Gancho bucal

Espinas

en los segmentos

30

mm

13

mm

1-3

mm

L1

L2

L3

Septiembre

a diciembre

Enero

a febrero

Febrero

a marzo

Agosto

Con las larvas ya maduras buscan un huésped donde depositarlas, en este caso son los corzos.

Se posan en la nariz y depositan en su interior las larvas

De septiembre a diciembre

Las larvas se mantienen inactivas esperando el momento de migrar hacia el interior del aparato respiratorio.

El estado de las larvas en esta fase es de L1.

Aquí comienza el riesgo de muerte para el corzo ya que la infección disminuye su capacidad respiratoria haciendo que tenga una menor capacidad para correr y por lo tanto tiene más probabilidades de ser cazado o de morir asfixiado.

Entre enero y febrero

Las larvas se mantienen inactivas esperando el momento de migrar hacia el interior del aparato respiratorio.

El estado de las larvas en esta fase es de L2.

Un corzo

aloja entre

30 y 40

larvas

Fosas nasales

Faringe y laringe

Larvas

Se alimentan de las mucosas y de los fluidos producidos por células inflamatorias.

Un número mayor de ejemplares mataría al animal, algo que no le interesa ya que si muere el huésped, muere la larva de moscarda del corzo.

De febrero a marzo

Las larvas, ya maduras, migran de los conductos internos hacia las fosas nasales para salir al exterior, ya sea por si mismas o con estornudos del corzo.

El estado de las larvas en esta fase es de L3.

Una vez en el suelo se ocultan bajo la hojarasca.

Entre abril y mayo

La larva se convierte en mosca, terminando así el ciclo.

Fuente: trofeocaza.com / Elaboración propia

Así coloniza al corzo la ‘Cephenemyia Stimulator’

También llamada moscarda del corzo, es un insecto díptero del grupo de los tábanos que necesita de otro ser vivo para completar su ciclo vital, en este caso utiliza al corzo.

13-17mm

3-9mm

Moscarda

del corzo

Vuela a una velocidad de 40km/h

Mosca

común

El ciclo de la moscarda del corzo

Mayo-junio-julio

Durante estos meses las hembras, con las larvas creciendo en su interior, vuelan al aire libre.

Las larvas tienen tres fases de crecimiento denominada L1, L2 y L3.

Gancho bucal

Larvas

Espinas

en los segmentos

30

mm

13

mm

1-3

mm

L1

L2

L3

Septiembre

a diciembre

Enero

a febrero

Febrero

a marzo

Agosto

Con las larvas ya maduras buscan un huésped donde depositarlas, en este caso son los corzos.

Se posan en la nariz y depositan en su interior las larvas

De septiembre a diciembre

Las larvas se mantienen inactivas esperando el momento de migrar hacia el interior del aparato respiratorio.

El estado de las larvas en esta fase es de L1.

Aquí comienza el riesgo de muerte para el corzo ya que la infección disminuye su capacidad respiratoria haciendo que tenga una menor capacidad para correr y por lo tanto tiene más probabilidades de ser cazado o de morir asfixiado.

Entre enero y febrero

Un corzo

aloja entre

30 y 40

larvas

Las larvas se mantienen inactivas esperando el momento de migrar hacia el interior del aparato respiratorio.

El estado de las larvas en esta fase es de L2.

Se alimentan de las mucosas y de los fluidos producidos por células inflamatorias.

Fosas nasales

Un número mayor de ejemplares mataría al animal, algo que no le interesa ya que si muere el huésped, muere la larva de moscarda del corzo.

Faringe y laringe

Larvas

De febrero a marzo

Las larvas, ya maduras, migran de los conductos internos hacia las fosas nasales para salir al exterior, ya sea por si mismas o con estornudos del corzo.

El estado de las larvas en esta fase es de L3.

Una vez en el suelo se ocultan bajo la hojarasca.

Entre abril y mayo

La larva se convierte en mosca, terminando así el ciclo.

Fuente: trofeocaza.com / Elaboración propia

Entre 30 y 80 larvas maduras pueden causar problemas respiratorios, así como debilitar a los corzos, convirtiéndolos en presa fácil para sus depredadores. «A las larvas no les interesa matar al animal. Lo que hacen es aprovecharse de él. Respira peor y un ejemplar infectado es más débil, así que es más fácil que lo abata un cazador, sea presa fácil para sus depredadores o reaccione peor y acabe atropellado, pero directamente es difícil que la larva mate al animal», explica el veterinario del CRAS.

Inquietud, pero no preocupación

Pero algunos agentes medioambientales de la provincia están inquietos por esta realidad. «Al dejarse de hacer censos, lo que podemos hacer son apreciaciones y eso científicamente no vale. Los cazadores, por ejemplo, nos dicen que existe y que afecta a muchos, que cuando abren las cabezas ven las larvas», explica un agente medioambiental. Otro confirma que ha apreciado un descenso de la población de corzo, sobre todo en las montañas más que en los llanos, por ejemplo, afecta más a las poblaciones de la Sierra de la Demanda que a las de la comarca de Lara. «En las zonas montañosas tienen que competir, además, con el ciervo», explica este agente medioambiental.

Aunque están inquietos, ambos coinciden al afirmar que no están muy preocupados por esta enfermedad, ya que la población de corzo había aumentado mucho, «esto puede ser selección natural». «No nos preocupa mientras el número de ejemplares descienda a una densidad óptima», explican.

El ciclo de la enfermedad

La enfermedad no ha existido siempre, la primera cita del parásito en España es del 2001, según confirma el veterinario del CRAS Álvaro Soto. Este veterinario explica que el parásito adulto es una mosca que vive en primavera. Lo que hace es depositar las larvas directamente. Las escupe muy rápido por la cloaca y las sitúa muy cerca de la nariz del corzo.

El parásito adulto vive pocos días. Deposita las larvas y estas progresan y se quedan en la nariz, en los senos nasales. Ahí se quedan en pausa hasta que llega mediados o finales de invierno. En esta época las larvas empiezan a progresar hacia la glotis, hacia la garganta del animal y ahí empiezan a crecer.

Las larvas se activan a finales de invierno para que la mosca pueda salir en primavera. «Si se observan corzos muertos antes de Navidad, lo lógico es que no se observen las larvas, que parezca que el ejemplar no está infectado, pero sí lo está, lo que pasa es que son diminutas y semitransparentes», explica Soto.

Las larvas llegan a la garganta y ahí es donde crecen y lo van haciendo por turnos. Hay cabezas de corzo que pueden tener 30, 40 o más larvas. Todas no pueden crecer a la vez porque asfixiarían al animal y no les interesa como parásitos, así que se desplazan y crecen por turnos.

Las larvas formadas pasan de nuevo a los cornetes nasales y por un estornudo del animal caen al suelo en forma de crisálida y de ahí emergen las moscas.

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