Los trabajadores de la residencia intervenida de Adrada defienden que «no son responsables» de la situación

En esta línea, en el escrito explican que propusieron a la dirección del centro que se tomaran distintas medidas «como el aislamiento, entre otras, pero no se llevaron a cabo». Respecto a su situación actual, los empleados detallan que llevan casi tres meses «luchando contra el silencio y la pasividad de la empresa. No se han preocupado en ningún momento por los trabajadores, por nuestra salud ni por nuestra situación».

En este sentido, denuncian que «aún no hemos cobrado y desconocemos el futuro de la empresa». También tienen un recuerdo para los residentes: «desde aquí queremos mandar todo nuestro apoyo y cariño a todos y en especial a las familias de los fallecidos».

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La Junta intervino el pasado 25 de marzo la residencia de mayores Valle del Cuco al encontrarse, según la administración regional «al borde del colapso». En el centro había 31 ancianos, 18 de ellos con fiebre o síntomas compatibles con la covid-19, y el resto había estado en convivencia directa con ellos al no haberse realizado el aislamiento. La mayor parte de los trabajadores se encontraban de baja y, al no encontrar personal, la Junta decidió trasladar a los más graves al hospital de Aranda y al resto se les reubicó en otros centros de la región.

Dos meses después se hizo público que la residencia había aplicado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a toda su plantilla, de 14 trabajadores. La medida se aprobó de manera retroactiva, con vigencia desde el pasado 27 de marzo. En cualquier caso, la dirección de la residencia, según los trabajadores, a estas alturas, todavía no ha desembolsado el salario pendiente del mes de marzo.