Con precaución constante. Los municipios del norte de Burgos miran con recelo a sus ríos en estas jornadas con las alertas por nieve y deshielos activadadas. Si bien la situación está normalizada en los cauces del Nela, el Trueba y el Ebro, tras las ... inundaciones de la semana pasada, se esperan importantes nevadas en las próximas horas, y este martes seguimos en aviso por deshielos.
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Los debordamientos de los pasados 29 y 30 de noviembre no llegaron a los niveles de 2015, las últimas inundaciones importantes del Trueba en Medina de Pomar y del Ebro en Miranda, pero sí los superaron en Villarcayo. En el municipio, la última gran avenida se vivió en enero de 2019, cuando el río Nela alcanzó los 3,65 metros de altura, con un caudal de 165 metros cúbicos por segundo.
Ahora, los registros de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) muestran que el 29 de noviembre, el Nela superó esos niveles máximos, aunque por muy poquito. Estamos hablando de 3,66 metros de altura y 165,9 metros cúbicos por segundo, lo que hizo que el río se volviera a desbordar pero causando menos daños que en 2019, reconoce el alcalde, Adrián Serna, porque «se ha hecho más prevención».
Después del 29 de noviembre, este lunes 6 se ha vuelto a salir el río, pero en menor medida, y en Villarcayo están «en alerta constante», viendo cómo evoluciona la situación, si nieva, si llueve y si se producen deshielos rápidos. Son estos los que suelen ocasionar los desbordamientos de los ríos, recuerda el alcalde de Medina de Pomar, Isaac Angulo, quien se muestra tranquilo pero vigilante.
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En 2015, el río Trueba alcanzó los 3,69 metros de altura, con un caudal superior a los 400 metros cúbicos por segundo. El pasado día 29 fueron 226 metros cúbicos por segundo, y una altura de 2,73 metros. Hubo desbordamiento pero sin excesivos problemas, que se concentraron sobre todo en Medinabella, en concreto, en la zona de la cervecera, por estar pegando al río.
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Y si el Nela se salió en Villarcayo, también lo hizo en Trespaderne. El río alcanzó los 4,89 metros, con un caudal de 524,6 metros cúbicos por segundo, lejos de los registros de 2015. Entonces, el agua subió hasta los 6,46 metros, con 780 metros cúbicos por segundo, así que los daños fueron más importantes. Y, con en el resto de la zona, siguen vigilando la evolución del Nela.
El año 2015 es también un referente en Miranda de Ebro. Se encadenaron semanas de nevadas con rápidos deshielo y el Ebro alcanzó sus máximos históricos, con más de 1.000 metros cúbicos por segundo y una altura de casi 7 metros. El 30 de noviembre, aunque hubo desbordamientos que provocaron cortes en calles, el Ebro no subió tanto. Se quedó en 5,69 metros y 852 metros cúbicos por segundo.
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