Vuelve la marea naranja a la San Silvestre de Miranda de Ebro

Parecía que el 2021 devolvería a la ciudad la carrera que el 2020 le arrebató, pero una nueva oleada de Covid-19 marcada por la contagiosa variante Ómicron puso en jaque la celebración de todos los festejos navideños y abocó en la cancelación de otra edición de la San Silvestre.

A pesar de los dos varapalos, la ciudad de Miranda no ha perdido la ilusión por esta carrera no competitiva que este año ha congregado a más personas, si cabe, que en ediciones pasadas. O al menos así se ha percibido desde dentro del recorrido.

«No sé si ha sido por el cambio en el recorrido, pero este año ha costado muchísimo poder empezar a correr por la gran aglomeración de personas que había», explicaba Sheila, una de las participantes.

Y lo cierto es que en esta ocasión, la organización de la carrera ha situado la salida en la dirección contraria a la habitual, de tal manera que en lugar de subir la calle de la Estación, los corredores la han bajado en dirección a la rotonda de la 'M'.

Sea como fuere, ataviadas mayoritariamente con la camiseta naranja promocionada por el grupo Pulgares Arriba —grupo de ciudadanos mirandeses que trata de fomentar la donación de médula y cordón umbilical en Miranda y la comarca— a las 19:00 horas el mensaje de 'Dona médula, regala vida' se ha vuelto a hacer notar en Miranda de Ebro.

«Yo corro con la camiseta naranja desde el primer año porque me parece muy bonito aprovechar la carrera para visibilizar la importancia de donar médula», declaraba Raquel antes del pistoletazo de salida.

Lo mismo ha debido de pensar Juan Rodríguez, uno de los dos atletas ganadores de la carrera, pues no ha perdido la ocasión de visibilizar el mensaje portando dicha camiseta.

Y en efecto, dos han sido los vencedores. Así lo habían acordado dos de los atletas más representativos del panorama del atletismo mirandés. Por ello, junto a Juan Rodríguez, Carlos Jiménez cruzaba la línea de meta también en primera posición parando el cronómetro a los 12 minutos y 26 segundos.

Sin duda una muy buena marca que a muchos habrá dejado boquiabiertos teniendo en cuenta que más de un cuarto de hora después todavía seguían llegando corredores a la meta.

A las 18:30 horas sonaba el pistoletazo de la San Silvestre infantil. Como cada año la ciudad se ha acordado de los más pequeños habilitando un recorrido reducido en el que decenas de niños y niñas han demostrado su capacidad de esfuerzo, incluso estando de vacaciones.

También ellos portaban sus camisetas naranjas y, quizá, ese sea el mayor éxito de la carrera de Miranda, pues las calles se han vuelto a teñir de naranja para visibilizar un asunto de vital importancia.

Todo ello, en una nueva edición donde la comedia también se ha hecho hueco: corredores disfrazados, diademas con motivos navideños, rezagados en patines... Centenares de mirandeses, adultos y menores, han acudido a esta tradicional cita con el atletismo que en este 2022, por lo menos, ya se ha hecho realidad.