Era la crónica de un cierre anunciado pero, aun siendo algo esperado, no ha sido menos doloroso para los vecinos de Miranda de Ebro. Los hosteleros se sienten «desolados» con la noticia del confinamiento de la ciudad. «Entendemos que estamos en una situación crítica ... y acatamos las medidas de la Junta, pero necesitamos ayudas para sobrellevarlo», reconoce el presidente de la asociación de hosteleros de la localidad, José Rey.
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La localidad mirandesa ha sido confinada dos veces, fue la zona cero de la covid en Burgos y ahora, tras el repunte desbordante de nuevos positivos y la presión asistencial que sufre el hospital, la Junta ha vuelto a declarar medidas especiales de contención. Este hecho afecta doblemente a los negocios del municipio, tal y como apunta Rey, «han cerrado 12 locales de hostelería desde que se decretara el estado de alarma, algunos porque les faltaba poco para jubilarse y otros porque no han podido soportar las pérdidas«.
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El verano ha sido «duro» para el sector a pesar de la «nueva normalidad» ya que, han trabajado «al 50%», según confiesa el presidente de los hosteleros. Además, desde que el Ayuntamiento lanzara el bando con fuertes restricciones el pasado martes, «se ha notado aún más bajón de la gente en la ciudad, a partir de las 19 de la tarde ya no salía nadie estos días», asegura.
Como ya ocurriera en Aranda de Duero cuando fue confinada el pasado mes de agosto, temen que las restricciones no lleven aparejadas ayudas específicas para la economía local. «Desde el principio todos los golpes nos los hemos llevado el mismo sector», lamenta Rey que adelanta que solicitarán apoyo a las administraciones, «no solo económico, también en cuanto a permisos para colocar terrazas o mesas en la calle, porque los bares pequeños con una barra pequeña sin espacio en la calle para que la gente se siente, están perdidos y el invierno va a ser muy largo», insiste.
De todas las medidas, la que más les afecta es la prohibición de permanecer en la barra de los bares. En los establecimientos hosteleros solo se podrá servir en mesa, ya que se restringirá el consumo de pie, tanto en el interior como en las terrazas. El aislamiento de la ciudad del Ebro comenzará a partir de las 00:00 de este domingo y se extenderá, inicialmente, durante quince días, hasta el 10 de octubre. Durante este tiempo, quedará prohibido entrar o salir del municipio sin la debida justificación, laboral, médica o personal.
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