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Cada 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una oportunidad para evaluar la situación de las mujeres en una provincia como Burgos, con gran parte de su población femenina dispersada en el medio rural.
Conseguir la igualdad de género y ... empoderar a las mujeres rurales no solo es lo correcto, es un ingrediente fundamental en la lucha por el avance de las sociedades. Si las mujeres rurales de todo el mundo tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre un 2,5 y un 4 por ciento, según datos de ONU Mujeres, y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente entre un 12 y un 17 por ciento, según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Un informe de 2022 de ClosinGap elaborado por CaixaBank en colaboración con Analistas Financieros Internacionales señala que el coste de oportunidad de la brecha de género en el medio rural asciende, como mínimo, a 38.500 millones de euros, es decir, el equivalente al 3,1 por ciento del PIB de España en 2019. En el caso de Castilla y León, esta brecha supone el 70 por ciento de su PIB.
Las mujeres representan más de un tercio de las personas que trabajan en las explotaciones agrarias familiares, pero en la mayoría de los casos tan solo los hombres figuraban como titulares. Algo que ha ido cambiando, pero que todavía necesita igualarse más a la situación real. Ellas aparecen como cónyuges en la categoría de ayuda familiar, pese a que la mayoría de estas comparten las tareas agrarias de las explotaciones familiares, pero su labor es vista como una extensión de sus tareas domésticas y de cuidados.
Para paliar esta situación en enero de 2012 entró en vigor la Ley sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias. En estos casi más de 10 años, en la provincia de Burgos se han producido 56 altas en titularidad compartida, son el 12,15 por ciento de las altas producidas en Castilla y León en esta década.
«La titularidad compartida va lenta, pero sí que ha ido aumentando. Poco a poco parece que se va teniendo más consciencia de que las mujeres que participan en la explotación deben dejar de estar en la sombra, ser visibles y que se reconozca su trabajo», señalan desde Aura Fademur en Burgos.
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«Esta figura es importante por la visibilidad que da a la mujer y por cambiar el rol, el prejuicio y el lastre de pensar que la mujer ayuda en el trabajo agrario o ganadero al marido. Que las mujeres estén dadas de alta en la Seguridad Social, que en muchos casos no lo están, es clave porque, finalmente, no tendrán jubilación», explican. Ese trabajo existe y debe existir sobre el papel. El problema de muchas mujeres mayores en la actualidad es que no han cotizado aunque han trabajado toda su vida.
Una de las parcelas en las que Aura Fademur apoya a las mujeres rurales de la provincia de Burgos, y de España, es con la formación en materias útiles y diferenciadoras para desarrollarse laboralmente en el medio rural. Este 2022, por ejemplo, han intentado ser un pequeño cambio en el sexismo existente en el mundo de los drones y el agrario. Decenas de mujeres se han formado como mujeres pilotas de drones para la agricultura de precisión.
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Aythami Pérez Miguel
Las participantes en este curso, entre las que se encontraban mujeres de Burgos, aprendieron a pilotar drones y también se iniciaron en la interpretación y análisis de indicadores agrícolas a partir de imágenes multiespectrales. «Fue muy interesante participar en este curso con mujeres de toda España. Nos encontramos agricultoras, ganaderas, ingenieras. Es nueva formación y una idea de nuevo negocio o de aumentar los estudios», explica Natalia, de Aura Fademur y que participó en este curso.
La aplicación de los drones a la agricultura o ganadería es complicado a nivel particular, «a nivel cooperativas o empresas grandes sí es viable y útil, al final la inversión es elevada. Pero dotar de esta formación es un plus para la mujer en el mercado laboral y en el medio rural. Al final no es solo pilotar un dron, es ampliar los conocimientos sobre la aplicación de la tecnología a la agricultura, la agricultura 4.0, aprovechar para facilitar el trabajo y hacerlo más eficiente», explica Natalia.
Natalia, de Aura Fademur, señala que la principal parcela de desigualdad que se aprecia actualmente en el medio rural es el acceso a puestos de responsabilidad, «se nos cuestiona más, todavía es poco habitual ver a mujeres liderando un sindicato agrario, por ejemplo». Aunque Burgos puede presumir de ser la primera provincia de Castilla y León en la que una mujer toma las riendas de un sindicato del campo. Lo hizo Susana Pardo, presidenta de la UCCL en Burgos desde el año 2018. «Todavía no estamos representadas como debiera ser», apunta Natalia.
La experiencia del curso, según señala Natalia, fue «gratificante», pero una de las mejores partes de estas formaciones es hacer grupo, conocerse, compartir experiencias, «conocer a otras mujeres fue muy interesante. Hacer grupo es algo muy importante y crucial para las mujeres rurales. Más allá de la formación, del asesoramiento, el apoyo mutuo, la unión, compartir experiencias con personas en situaciones similares, verte reflejadas, tomar ideas, ver alternativas que no te habías planteado», relata.
Dice Nerea Pérez de las Heras en su ensayo 'Feminismo para torpes' que «la solidaridad entre mujeres no solo es importante, también es una especie de arma secreta que la sociedad patriarcal se ha ocupado de ocultar porque es la llave hacia la acción colectiva. Nos quieren solas, nos tendrán en manada».
La sororidad es el pacto de solidaridad entre mujeres distintas que han sido objeto de una opresión común. «La mayoría de mujeres que se ponen en contacto con Aura Fademur vienen con una idea, pero no acaban de creérselo. Más allá de ayudarles a gestionar los papeles, es importante también el que se sientan acompañadas y apoyadas. El empoderamiento de la mujer, aunque parezca un tópico, es muy importante», apunta Natalia.
Por ello, más allá de la formación, los talleres que organiza Aura Fademur en la provincia son importantes por crear grupo, por ser apoyo y fuente de ideas. En Aura Fademur no solo hay mujeres agricultoras y ganaderas, el mundo rural y la mujer rural es mucho más que el sector agrario. El sector servicios es fundamental. Lo más importante para que una mujer se desarrolle laboralmente en el mundo rural es que oriente su perfil hacia donde se sienta más cómoda y crea que hay oportunidades, para asesorarla está, entre otros, Aura Fademur. «No hay que encasillar a la mujer rural. Todas formamos parte de la mujer rural», señalan desde la asociación.
Además del apoyo legal y moral, de la formación, ver ejemplos de mujeres rurales con una vida desarrollada a su manera y gusto es importante. Cada vez hay más ejemplos y en estos congresos y eventos de mujeres rurales se conocen. Por ejemplo, el día 20 de octubre se celebrarán dos días de convivencia en Alicante para celebrar este día de la Mujer Rural. «Ver perfiles de todo tipo, compartir experiencias y ejemplos es lo más gratificante y estimulante de estos eventos», señala Natalia.
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