De cuidar el monte en Burgos a limpiar el desastre en Aldaia

Tras cuatro días de trabajo extenuante, toca esperar el relevo y descansar, pero con la convicción de regresar a la zona del desastre en un puñado de días. Y es que, el trabajo de limpieza y reparación en los municipios afectados por la DANA en Valencia va para largo.

Hoy, los dos agentes medioambientales y los cuatro bomberos forestales desplazados desde Burgos a la zona el pasado lunes terminan su primer turno. Y lo hacen con la sensación de haber ayudado en lo humanamente posible a mucha gente «que lo ha perdido absolutamente todo». Así lo resume uno de los agentes desplegados por la Junta, Julio Hernáiz, que se desplazó a primera hora del pasado lunes hasta Valencia en compañía de otros cinco profesionales del servicio de Medio Ambiente en dos camiones autobomba.

En estos cuatro días, explica, se han dedicado fundamentalmente a la limpieza viaria y el desatasco de alcantarillas en zonas de la localidad de Aldaia. Un trabajo extenuante, desarrollado en turnos de más de diez horas, durante el que han visto de todo, pero fundamentalmente «destrucción», «solidaridad» y «agradecimiento» por parte de los vecinos.

«Es impresionante. La gente te ofrece absolutamente todo lo que tiene y cada dos pasos se paran a agradecerte el trabajo y a prestar su ayuda», explica Hernáiz.

En este sentido, subraya, «ahora mismo hay muchísimos medios desplegados», tanto de los servicios de emergencia como particulares. «La oleada de voluntarios es impresionante. La gente está absolutamente volcada». Para muestra, un botón, en su trabajo de desatasco de alcantarillas están contando con la colaboración de medios y personal de empresas privadas, sin los cuales, el trabajo sería mucho más complejo.

Eso sí, la presencia de tantos medios y voluntarios trae consigo una derivada que complica la actuación. «Hay problemas de coordinación y accesibilidad» a muchos puntos, explica al tiempo que reconoce que, en su caso, están trabajando con bastante «autonomía».

Al final, subraya, los agentes medioambientales y los bomberos forestales están acostumbrados a lidiar en catástrofes naturales, aunque sean de un perfil muy distinto al de la DANA. Esa circunstancia les otorga cierta «experiencia» en términos de coordinación con otros equipos y movilidad geográfica.

Con muchos de esos equipos están compartiendo espacio de descanso. Y es que, la Junta de Castilla y León, a través de la agencia de Protección Civil, decidió días atrás centralizar todos los recursos enviados por su cuenta en el polideportivo de Aldaia, donde están durmiendo, comiendo y conviviendo alrededor de 200 personas llegadas desde Castilla y León.

Con todo, y a la espera de que otros profesionales del servicio de Medio Ambiente de la Junta de la comunidad cojan el testigo a partir de mañana, Hernáiz asegura que el trabajo está dando sus frutos.

Cierto es que por el momento han actuado en zonas menos afectadas por la DANA que otras, como el centro de Paiporta, pero en su entorno de actuación el cambio en estos días ha sido «bestial». Al menos, puntualiza, en los espacios públicos. Y es que, una vez limpias las calles habrá que meterse de lleno en infinidad de espacios particulares, como viviendas, garajes o naves industriales. Y esa será otra historia.

«Estamos muy cansados» por la «intensidad» del trabajo, pero también decididos a «seguir ayudando» en lo posible para que toda la zona devastada se levante cuanto antes, afirma. No obstante, la cosa va para largo. Para muy largo. Y es que, más allá de lo material, que es ingente, Hernáiz considera que «va a hacer falta muchísima terapia» para gente que «lo ha perdido absolutamente todo».

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