El GREM de Burgos en Valencia: «Es un escenario dantesco, horrible, no sé ni definirlo»

«No sé expresarlo, es como un escenario de The Walking Dead, es horrendo, espectacular, agujeros en paredes abiertos por coches, coches en vertical dentro de los garajes, es dantesco, horrible, no sé ni cómo definirlo». Así expresa Álvaro Martínez, presidente y responsable de la Unidad Canina de Salvamento con base en Burgos, lo que se han encontrado al llegar a las zonas más afectadas por la DANA en Valencia, donde seis efectivos del GREM trabajan desde hace días en un escenario catastrófico.

Aunque el grupo es experto en búsqueda y rescate con perros, el día a día en la zona cero les impone otras tareas igual de necesarias en estos momentos de caos. Entre ellas la de ayudar a limpiar calles, casas, bajos, en un entorno completamente devastado por el agua. Martínez explica que no todo son las grandes acciones (más vistosas) con los perros, que lo que les llena ahora «es poder ayudar a los pobres vecinos, si algo tenemos que decir es que estamos sintiendo útiles en pequeñas tareas con los ciudadanos, limpiando sus casas, sus locales, ayudándoles a sacar sus coches».

Durante los últimos días han trabajado en Benetússer, cerca de Catarroja. Allí han realizado numerosos acompañamientos de vecinos a los centros de salud y, relata, han sacado partido a los tres enfermeros que componen el grupo porque han atendido cortes, esguinces y pequeños accidentes.

Además, trabajan en búsqueda de personas en bajos y garajes, una tarea casi manual y muy complicada: «Hemos usado las cámaras de búsqueda entre escombros y han entrado los perros», afirma Martínez. A partir de este martes, el GREM se dedicará a las labores de búsqueda con sus perros adiestrados en lugares concretos que les han indicado.

Los miembros del GREM se suman así a los bomberos de Burgos enviados a Paiporta y a la oleada de solidaridad que ha unido la provincia con la Comunitat, donde se han enviado camiones con material de primera necesidad, de limpieza y útiles donados por los burgaleses.

Y pese a todo, en el peor escenario imaginable, Martínez destaca el cariño que les trasladan los vecinos: «Ellos necesitan mucha ayuda ahora mismo, se te saltan las lágrimas, te cruzas con un hombre y de repente te mira y te da las gracias venir. Y te lo dicen con cariño». Por este motivo, quieren quedarse con la parte más positiva en medio de la catástrofe porque lo mejor para ellos es ve que la gente «está muy agradecida y es lo más enriquecedor dentro de esta película horrible», concluye.

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