Las clarisas de Belorado: «El dinero no es el motivo de la ruptura con Roma»

Ha sido la primera vez que la abadesa, Sor Isabel de la Trinidad, se ha mostrado para defender que el terremoto religioso originado tras la publicación del manifiesto de 70 páginas se debe a que han visto «que todo esto no era más que una farsa y después de 40 años no queda ni rastro de lo que ha sido la Iglesia Católica». Además, en la entrevista concendida en Telecinco ha explicado que las monjas están «defraudadas» con la «usurpación» del Papa Francisco, a quien no reconocen en su cargo.

Una vez más, han insistido en que Pío XII es el último papa que reconocen, por lo que el puesto para ellas está vacante en el Vaticano desde su muerte. Eso sí, pese a todo han querido defender que no son «retrógradas» y que su vida en los preceptos de la Iglesia Preconciliar «es compatible con la familia, los amigos y con la gente». Aún así tampoco han dudado en criticar duramente al obispo de Bilbao, Joseba Segura, al que consideran «un hereje» por fomentar encuentros entre católicos y musulmanes en las jornadas que se han desarrollado en Bizkaia los últimos años.

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Una decena de monjas respondía a las preguntas de los periodistas y tertulianos del programa de Ana Rosa bajo la atenta mirada de otro de los protagonistas de esta historia, José Ceacero, el sacerdote amigo y seguidor de Pablo de Rojas que ha empezado a celebrar misa en el convento de Belorado y que ha sido durante los últimos días el portavoz de las religiosas.

Aunque según las clarisas, el cisma que han provocado no ha sido influido por nadie. «Las hermanas hemos hecho el camino de forma conjunta, ha sido un camino fraterno», asegura la abadesa. Otra hermana, Sor Sión sí ha declarado que el camino será duro a partir de ahora, se enfrentan nada menos que a la excomunión, pero que están en manos de Dios y que será este quien las guíe.

La abadesa confirma que quieren vender desde el año 2020 y no entienden el revuelo porque el tema, dicen, «no es nuevo para nada, ha habido muchos intentos de compra con mucha fatiga». En lo que respecta al convento de Derio, cuya compra a la congregación de clarisas de Vitoria quedó paralizada cuando la congregación de Belorado rechazó desvelar el nombre del misterioso benefactor dispuesto a aportar los 1,2 millones que vale, las monjas burgalesas niegan la mayor y atribuyen a «altas esferas» que la operación inmobiliaria no se haya materializado.

En este punto ha salido a relucir Pablo de Rojas sobre el que han respondido con evasivas asegurando solamente que es su obispo y que es una persona «entrañable», dejando en el aire si es él el mecenas que iba a dejarles el dinero porque «es un tema privado», ha zanjado la abadesa. Tampoco han querido responder acerca de si está con ellas en el convento mostrándoles su apoyo.

No obstante sí ha admitido que el contacto con Pablo de Rojas empezó en 2023 cuando un seglar se puso en contacto con ella y estuvieron reflexionando sobre la deriva de la Iglesia y sobre aquello en lo que no estaban de acuerdo. Fue este seglar, explica, el que le recomendó hablar con el 'obispo' excomulgado y quien le ofreció a la religiosa todas las respuestas que los obispos no le habían dado hasta el momento.

Junto a las monjas que permanecen en el convento de Belorado se encuentra José Ceacero, portavoz de las religiosas durante los últimos días. Ha argumentado que es amigo y seguidor de Pablo de Rojas desde que empezaron juntos «el camino» en el seminario.

Su vida religiosa ha estado ligada al obispo excomulgado desde el principio y así lo ha hecho constar: «Llegado un momento él fue nombrado obispo y yo sacerdote». Al sacar a colación que hasta hace pocos años se dedicaba al mundo de la hostelería, concretamente de la coctelería y que llegó a ser presidente de la asociación de barmans de Bizkaia, Ceacero ha salido al paso con humor y ha defendido que no se arrepiente porque «tenía que trabajar».