Un 13,7 por ciento de la población burgalesa vive en municipios sin cajero automático

La reducción del número de cajeros, según señala el Banco de España, ha sido «desigual entre provincias, con un efecto asimétrico sobre la cobertura de la infraestructura tradicional de efectivo y, por lo tanto, sobre el acceso a este medio de pago».

La provincia de Burgos se sitúa en la media con 1,8 cajeros automáticos por cada 1.000 habitantes. Son 0,6 puntos por debajo de la provincia de Cuenca que es la que dispone de un mayor número de puntos tradicionales de acceso al efectivo por cada 1.000 habitantes con 2,4 cajeros. En el lado opuesto está Cádiz con 1,1 puntos de acceso al dinero efectivo por cada 1.000 habitantes.

Pero la distribución también es desigual, en Cuenca se encuentras más concentrados que en Cádiz donde los cajeros están distribuidos de forma más homogénea. Como se apunta desde el informe del Banco de España «no resulta sorprendente que gran parte de los puntos de acceso al efectivo se sitúen en zonas densamente pobladas, mientras que en las zonas rurales existe una mayor dispersión de oficinas y de cajeros automáticos».

En la provincia de Burgos hay 633 puntos de acceso al efectivo con un grado de concentración del 0,89 por ciento. De esta forma, 49.122 personas de la provincia de Burgos residen en un municipio sin cajero automático, lo que supone que el 13,7 por ciento de la población burgalesa no cuenta con un punto de acceso al dinero efectivo.

De los 371 municipios que tiene la provincia de Burgos, 311 no tienen un cajero automático, mientras que solo 60 sí lo tienen.

En este estudio del Banco de España se considera punto tradicional de acceso un cajero automático de cualquier tipo o una sucursal bancaria que ofrezca servicio de ventanilla. Se incluyen los cajeros automáticos situados en las sucursales bancarias, los cajeros desplazados (cajeros de entidades financieras no localizados en sucursales bancarias) y los cajeros de operadores independientes.