Burgos cierra una cosecha de cereal histórica con precios desplomados por la guerra de Ucrania

Las organizaciones agrarias coinciden al afirmar que la cosecha de cereal en la provincia de Burgos ha sido «de nueva producción». Se habla de que se han recogido unos 1,7 millones de kilos, es decir, 1.700.000 toneladas. Pero también se señala que el precio está casi a la mitad que hace un año. «El precio del kilo de cereal ha estado en 0,36 euros el kilo, ahora no llega a 0,2 euros», señala un agricultor, Juan J. García, de la UCCL.

Esta buena cosecha ha sido desigual entre las comarcas de la provincia burgalesa. Ha habido zonas donde se han recogido cantidades de trigo y cebada que baten récords y, en cambio, en otras no se han llegado ni a los mil kilos. En julio se esperaba una cosecha «irregular», aunque mejor que la del 2023, que había sido muy floja, pero las malas previsiones no se han cumplido.

Por comarcas, la de Arlanzón y La Bureba son las que mejores datos han tenido y también le ha ido bastante bien a la comarca del Arlanza. «En Isar, por ejemplo, se ha cogido mucha cebada y en Quintanadueñas, mucho trigo», matiza García.

En cambio, como señalan tanto Susana Pardo, presidenta de la UCCL, y Esteban Martínez, presidente de ASAJA Burgos, La Riojilla Burgalesa ha tenido un año nefasto. «Se ha debido a la sequía que azota a esta zona, pero es que ya es el tercer año consecutivo con este problema y con una cosecha tan mala aquí», señala Martínez. La Riojilla Burgalesa es una subcomarca de la comarca Montes de Oca, asentada entre la Sierra de la Demanda y el río Tirón.

Pero como sentencia Pardo: «De poco sirve coger tantos kilos si los vas a vender a la mitad de precio que el año anterior. El 2023 fue malo en cuanto a kilos, estamos hablando de una cosecha de unas tres veces menos que este año, pero el precio del kilo de cereal era casi el doble».

La guerra de Ucrania condiciona el precio del cereal en España desde que estalló el conflicto. En la actualidad, lo sigue haciendo según señalan Juan J. García de UCCL y Esteban Martínez de Asaja.

García apunta que el precio del kilo de trigo, «cuando estalló la guerra de Ucrania estuvo a unos 0,36 euros el kilo, en la actualidad no llega a los 0,2, está en unos 0,19 euros el kilo». «En los mercados internacionales está subiendo el precio del cereal, pero no en España. Aquí tenemos los puertos llenos de cereal», apunta Susana Pardo.

«Los puertos llenos de cereal procedente de Ucrania es lo que nos está marcando el precio», lamenta Esteban Martínez. Por solidaridad, al estallar el conflicto, Europa quitó los arancelas a las exportaciones de Ucrania. «Algo que no es justo con el consumidor si tenemos en cuenta que no podemos garantizar la calidad o el proceso de siembra de ese cereal», matiza Esteban Martínez.

Esta liberación de aranceles produjo, por ejemplo, que en septiembre de 2023 España importara 468.104 toneladas de trigo procedente de Ucrania, lo habitual, en un mes de septiembre anterior al conflicto, el de 2021, era de unas 14.530 toneladas de trigo ucraniano importado.

Los agricultores burgaleses lamentan esta situación. «Los puertos están llenos de trigo, por lo que hay mucha oferta, lo que baja el precio. Son estos los que están marcando el precio. Hay productos importados de Ucrania a los que ya se han vuelto a imponer aranceles en la Unión Europa, habrá que esperar a los próximos meses», explica Martínez.

«Por muy buena que haya sido la cosecha, el kilo se está pagando a la mitad del precio del 2023 y los costes de producción no han bajado en consonancia con el precio del grano. Para obtener más ganancias necesitaríamos unas cosechas excepcionales», señala Juan J. García. Asegura que los precios de los insumos se han multiplicado por dos o por tres en dos años.

Los agricultores señalan a las importaciones de cereal procedente de Ucrania como uno de los causantes del bajo precio que van a obtener por sus cosechas. En 2023, nuestro país importé más de 23,2 millones de toneladas de cereal, un 24% más que en 2022. Esto se debió, por un lado, a la sequía y, por otro, a la retirada solidaria de los aranceles a productos ucranianos.

La Unión Europea ha aprobado una prórroga de esta situación, del fin de los aranceles para Ucrania, hasta junio de 2025, pero ante las quejas y la situación del mercado, han introducido frenos de emergencia a algunos productos. Por ejemplo, vuelven a tener aranceles las importaciones de Ucrania de carne de aves de corral, huevos, azúcar, avena, maíz, sémola y miel. Siguen teniendo exención de aranceles las importaciones de cebada, trigo blando y su harina. Aunque los exportadores ucranianos tendrán que pagar aranceles cuando los volúmenes de importación de estos productos alcancen la media anual registrada entre la segunda mitad de 2021, 2022 y 2023.

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