Cuando el uso incorrecto de la tecnología conduce al camino que no es el correcto

Los ponentes de la Mesa sobre Educación de GRUPO20 sobre teleeducación, emitida este lunes 28 de septiembre en elnortedecastilla.es, burgosconecta.es y leonoticias.com, trataron también sobre el abismo digital entre aquellos que tienen acceso a la tecnología y los que, por diferentes circunstancias, quedan excluidos de ella. «Igual que antes sabíamos que había que construir colegios para llegar a todos los niños del país, ahora necesitamos una infraestructura tecnológica. Si no, los problemas que ya tenemos de desigualdad e inequidad se van a agrandar, lo que sería nefasto para el futuro del país y del planeta. La tecnología ha traído a los intervinientes en el proceso educativo muchas ventajas que debemos seguir aprovechando cuando lleguemos a la nueva normalidad», opinó la profesora Benito.

GRUPO20, el laboratorio de ideas de El Norte de Castilla y quince empresas líderes de Castilla y León, planteó este lunes cómo responder esta pregunta: 'Teleeducación, ¿educar a personas sin personas?'

Los encargados de dar respuesta a este interrogante fueron la profesora Águeda Benito, doctora en Ciencias de la Educación, que debatió con Alberto Gómez Barahona, rector de la Universidad Isabel I y doctor en Derecho, y con Bárbara de Aymerich, educadora, científica, divulgadora y creadora de la Escuela de pequeñ@s científic@s Espiciencia.

El rector Barahona se mostró optimista con las infraestructuras tecnológicas en nuestro país. Apuntó que España tiene la red de fibra óptica más extensa de Europa y que «la tecnología puede ayudar a ser más solidaria, a democratizar el conocimiento y a disminuir la brecha digital».

Durante su intervención, De Aymerich dijo que la tecnología puede acercar la sabiduría y el conocimiento al medio rural, pero que debemos evitar acabar siendo esclavos de ella. «El mundo ya era mundo antes de las TIC. A los docentes la tecnología nos favorece muchísimo, pero en otros aspectos nos frena. Es maravillosa, pero no es lo único. Está convirtiéndose en algo que va implícito en nosotros, pero podemos sobrevivir yendo a su lado, de ninguna manera haciéndonos sus esclavos. Nos ha proporcionado grandes avances, pero si la utilizamos de manera incorrecta puede llevarnos por un camino que no es el correcto. Es un arma de doble filo», subrayó.

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