La piedra Rosetta burgalesa se esconde en el Museo del Libro de Covarrubias

La Piedra Rosetta es una lápida con un larga inscripción. La encontraron unos soldados franceses en 1799 en una población egipcia próxima a la desembocadura del Nilo. Esta piedra contiene un mismo texto en tres escrituras diferentes; griego y las dos usadas en el Egipto de los Faraones, demótica, y la jeroglífica.

Los estudiosos del tema enseguida dedujeron que, a partir del texto en griego, se podrían descifrar los otros dos. Y en parte es así, pero los investigadores y filólogos que trabajaron con este afán, pronto se dieron cuenta de que no era una misión sencilla. Los jeroglíficos no eran un código con claves únicas.

Fue el francés, Champollion quien, después de muchísimos años de dedicación, logró comprender el funcionamiento de los jeroglíficos. En 1822 publicó un avance en el desciframiento de la piedra y dedujo que todo era una mezcla de ideogramas y signos fonéticos.

La piedra roseta mide 1,12 metros de alto, 75 centímetros de ancho, y 28 centímetros de fondo y pesa alrededor 800 kilos. Las inscripciones están sólo en una cara y el fragmento encontrado sólo es la mitad de la piedra original. La lápida fue encontrada en una pared de un templo egipcio.

La piedra burgalesa es una réplica exacta. Es un tesoro de la historia y Burgos tiene la suerte de tenerla en Covarrubias. El trabajo incansable Juan José García y Pablo Molinero y de todo el equipo del Museo del Libro, brindan la oportunidad a burgaleses y foráneos de conocer esta réplica en piedra.

Quienes se acerquen a contemplarla verán que la superficie de la piedra tiene tres espacios diferenciados de escritura. En el primero de ellos están escritas 14 líneas incompletas de texto en jeroglíficos egipcios. En el segundo espacio hay 32 líneas más de escritura demótica egipcia y en el tercero otras 54 líneas en griego.

La Piedra Rosetta es un texto contiene un texto de un decreto surgido en una reunión celebrada en Memphis y alude a Ptolomeo V Epífanes. Había sido coronado el año anterior tras una crisis de poder y una revolución del pueblo contra los administradores del imperio. Por tanto, la piedra Rosetta, se puede decir que cumplía una función de propaganda o programa de gobierno.

Y se escribió en tres idiomas, precisamente para que se anunciara el restablecimiento del orden universal a tres destinatarios distintos, a los griegos, a los nativos egipcios y a los dioses.

El texto data, según los estudios de egiptología, en el año 196 antes de Cristo. Entre otras cosas, las grafías hablan de exenciones fiscales a los los sacerdotes egipcios a cambio de la elección de un determinado faraón.

Pero, ¿cómo apareció la piedra? Fue de manera casual durante el conflicto entre Inglaterra y Francia en Egipto, en El Rashid o sea Rosetta. El ejército francés estaba reconstruyendo un fuerte turco y en un templo se encontró la piedra. La derrota de las huestes francas ante los ingleses terminó con el apresamiento de un buque el 'L'Egyptienne'

Desde ese momento la piedra Rosetta pasó a ser de propiedad inglesa junto con otros objetos. La Albion recepcionó en 1802 los objetos y la pieza quedó expuesta en el Museo Británico y registrada como un regalo al rey Jorge III. Alrededor de la Piedra Rosetta gira la colección egipcia del museo londinense.

Los primeros trabajos de desciframiento de la piedra roseta se centraron en el texto demótico. En 1822, Champollion dio con la última clave. Se dio cuenta de que le nombre de Ptolomeo aparecía varias veces. Antes, el inglés Thomas Young, en 1819 ofreció una tabla de 202 signos o grupos de jeroglíficos, que se podían ver el la piedra.

De ellos, sólo 40 como correctos, porque desconocía la lengua copta o demótica no pudo llegar más allá.

Jean-François Champollion, conocido como Champollion el Joven, buscó en otros registros, y descubrió que la escritura jeroglífica no era ideográfica únicamente, ni siquiera un sistema simple, sino que era muy complejo y que incluía signos que representaban dos o tres letras a la vez y desempeñaban diferentes funciones de estructura.

Young mantuvo una frenética competencia con Champollion; dos eruditos, un inglés, científico, doctor en Física y conocedor de los idiomas Griego, Latín, Francés, Italiano, Hebreo, Caldeo, Sirio, Samaritano, Árabe, Persa, Turco y Amharico. Otro francés, doctor en Historia Antigua por la Universidad de Grenoble.

Entre la riqueza patrimonial de Covarrubias está el Arco o fortaleza del Adelantamiento de Castilla, construido en 1575, en honor al doctor Francisco Vallés, el Divino, médico de Felipe II. Es de estilo herreriano con decoración renacentista. Fue archivo de documentación del reino de Castilla, pero en el siglo XVIII perdió su función.

Todos los archivos históricos de Castilla se fueron a Simancas (Valladolid) y en su famoso castillo se custodian y se pueden consultar.

El edificio alberga la Oficina de Información y Turismo en la planta baja y EL Museo del Libro, en sus dos primeras plantas.