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El capítulo cien de esta serie de Burgos Misteriosa nos lleva al románico. Al norte de Burgos; a un lugar, al pie de la Sierra de la Magdalena donde, por aventurarnos y lanzar la imaginación al aire, podríamos decir que se encuentra una parte de la estirpe de Jesús.
La licencia de la imaginación, aun a riesgo de ser llamado hereje, pondría la representación de la descendencia de Jesús de Nazaret, si es que la tuvo, en este lugar; es un de los vértices del triángulo griálico de Burgos. Estamos en Santa María de Siones, una de las más bellas iglesias románicas del mundo.
El arte, la religión, las costumbres, las leyendas… todo tiene un hilo misterioso en Siones. Una novela de Dan Brown relaciona varios de estos topónimos. El priorato de Sion (Siones), el presunto matrimonio de Jesús con María de Magdala (Sierra de la Magadalena)… el misterio del Grial (en esta comarca pudo estar)… Ficción al fin y al cabo, pero que deja muchos enigmas en el aire.
@burgosconecta 🕵🏻♂️ Hoy #BurgosMisteriosa indaga en el enigma del #Grial en el templo más extraño de #Burgos 🏆 ¿Conoces esta iglesia #románica? 👀 #misterios #historia #curiosidadestiktok ♬ sonido original - BURGOSconecta
Los primeros escritos acerca de Santa María de Siones son de Julián de San Pelayo en Sevilla en 1892. Pedro Vázquez de la orden de San Agustín, y Juan José de Lecanda en 1908.
El templo de Santa María se encuentra al pie de la Fuente del Río al pie de la sierra de Peñalba a 300 m del arroyo de sillones, abriendo la llanura de Castilla. Recuerda a otras iglesias románicas como San Miguel de Lillo o la de Santa Cristina de Elena. Hay que pensar que una de las vías del norte del camino de Santiago pasaba por aquí y que este lugar es ha sido defendido por la orden templario.
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El edificio si es singular rectangular terminado oxide en semicírculo, no tiene crucero. Entre sus elementos más singulares, en el interior del templo, figura el ciborium, un baldaquino que corona un altar que se apoya en cuatro columnas.
Pero quizá elemento más misterioso en el interior sea la representación de San Pedro y Jesús en una barca que puede llevar a pensar en la 'pesca milagrosa' o en una representación de los marineros del Cantábrico. Su palo mayor se prolonga formando una cruz en medio de dos arcos.
Las leyendas de Cantabria, Vizcaya o Álava, más las propias de las tierras burgenses se refieren a esos dos personajes como las figuras de dos santos venerados en la comarca, los mártires San Emeterio y San Celedonio, que llegaron providencialmente a las costas cantábricas en una lancha.
Es más, la diócesis de Santander los tomó como patronos y muchas iglesias están dedicadas a estos santos. Otra figura del interior nos lleva a la desigual lucha entre David y Goliat. Y otras tantas narran, a modo de catequesis, la historia de la salvación desde Adán y Eva hasta el mismo Cristo.
Las conchas de peregrino que aparecen en el frente del uno de los arcos en el capitel del arco mayor del presbiterio y en la esquina de otro capitel son signos lapidarios de los peregrinos de Santiago y de la circunstancia de ser el valle de Mena, paso frecuentado por los romeros.
Pero si hay una figura extraña, fuera de lugar, lejos de las representaciones románicas de la época es la del dios egipcio de la muerte, Anubis. Puede ser una figura ingenua; o no. La tradición oral vincula al Temple con Siones; no hay pruebas fehacientes. O quizá sí. Que Anubis sea el dios de las almas perdidas y los desamparados nos lleva a pensar que alguien tendría que guiar a los peregrinos perdidos.
La representación de Anubis puede tomar ese camino y la dedicación de los templarios a la defensa de los romeros también.
La Historia cuenta que Anubis es uno de los dioses más antiguos de Egipto. Se puede ver en las tumbas reales desde la Dinastía I de Egipto, pero no hay duda de que ya se había desarrollado un culto antes de este periodo para que se lo invocara en las paredes de las tumbas por protección.
Las alusiones griálicas pueden ser nada más novelescas. Y que en la zona coincidan tantas referencias, una casualidad. El priorato hospitalario de Vallejo se documenta ya en el siglo XIV en el Libro Becerro de las Behetrías. la Orden de San Juan tenía numerosas posesiones y derechos en la zona.
Su iglesia está dedicada a San Lorenzo, el monje custodio del Grial en la Hispania de la época, martirizado sobre una parrilla en una hoguera. Su austeridad contrasta con la profusa decoración apocalíptica.
Puede ser de nuevo una casualidad, pero y… ¿si es cierto que el Santo Grial está escondido en esta comarca burgalesa?
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