El sector inmobiliario de Burgos esquiva la crisis sanitaria con cifras récord

De hecho, el pasado mes de septiembre se registraron en la provincia de Burgos un total de 549 operaciones de compra venta de viviendas, una cifra que no se veía desde antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ni siquiera en septiembre de 2007 se registraron unas cifras como las registradas en septiembre de este año.

Eso sí, esos datos han de ser «contextualizados». Así lo asegura Óscar Ortega Delgado, portavoz de la patronal del sector en Burgos, quien puntualiza que las operaciones de compraventa se incluyen en la estadística del INE «en el momento de la entrega de las llaves». Esto es, que esas operaciones corresponden a promociones iniciadas ya años atrás. Ahora, simplemente, han sido contabilizadas oficialmente.

En este sentido, Ortega asegura que la tendencia alcista del mercado comenzó a verse «hace ya cuatro o cinco años». Fue entonces cuando empezaron a proliferar de nuevo con fuerza las grúas en la ciudad, fundamentalmente en el entorno del S-3 y Villímar. Esa es la zona que mayor dinamismo está presentando ahora mismo, con varias promociones en marcha cuyas viviendas se entregarán en los próximos años.

También destaca en este sentido la promoción de viviendas que ha comenzado a ejecutarse ya en la parcela del antiguo cuartel de Artillería, junto al Parque de los Poetas. Ahora mismo, con 337 viviendas en previsión, la inmensa mayoría de las mismas ya adjudicadas, se trata de la mayor promoción en marcha de toda la ciudad. Cuando se entreguen, dentro de algunos años, se registrará «otro repunte» en la estadística de ese mes, vaticina Ortega.

Sea como fuere, el portavoz de la patronal reconoce que el sector está viviendo un buen momento. «El sector inmobiliario no ha sufrido como sí lo han hecho otros las consecuencias de la pandemia» y mantiene «velocidad de crucero», quizá precisamente por tratarse de un mercado con dinámicas a medio y largo plazo.

Una dinámica que parece que parece que se mantendrá al menos un tiempo, a tenor de todas las promociones iniciadas ya. Y es que, «hoy en día no se instalan las grúas si no existe financiación y avales y se ha cubierto ya la venta de alrededor del 70% de las viviendas». Vamos, que «una promoción no arranca si no está garantizado que se vaya a vender», resume Ortega, quien contrapone este contexto al vivido justo antes del estallido de la burbuja. En ese sentido, el sector «ha aprendido de los errores cometidos» en el pasado y Ortega descarta que se esté generando una nueva burbuja.

Eso sí, el crecimiento sostenido de la demanda de viviendas está provocando una «tendencia al alza de los precios», que de momento es bastante «contenida», pero cuya evolución dependerá de varios factores, incluida la inflación, que ya está generando desequilibrios en otros sectores. «Habrá que ver cómo evoluciona», reconoce Ortega.

También habrá que ver cómo afecta sobre el sector la falta de profesionales cualificados que las empresas de construcción llevan unos meses denunciando. Por el momento, los plazos de entrega «no se están viendo muy afectados», pero Ortega reconoce que el inicio de algunas promociones concretas se ha podido ver «retrasado».

Lo que está claro es que ahora mismo «hay demanda», sobre todo de vivienda nueva. De hecho, en los últimos meses, las operaciones de compraventa de viviendas de nueva construcción están superando a las de pisos de segunda mano, que tras la crisis de 2008 asumieron el protagonismo del sector.

También está cambiando algo el perfil del comprador, al menos respecto a los últimos cuatro o cinco años. «Durante un tiempo, aprovechando los bajos tipos de interés de las hipotecas y la escasa inflación, se incrementó la compra como inversión». Ahora, sin embargo, ese perfil ha sido desplazado de nuevo por el de compradores en busca de primera o segunda vivienda, fundamentalmente nueva y con un perfil muy similar. Por ejemplo, tras la pandemia, las terrazas se han covnertido en algo casi innegociable. «En algunos anuncios se menciona antes la disponibilidad de terraza que el número de habitaciones», concluye Ortega.