Secciones
Servicios
Destacamos
Los empresarios burgaleses están teniendo cada vez más dificultades en encontrar perfiles profesionales especializados en diferentes sectores productivos. Se trata de un problema que ya se ha puesto sobre la mesa en multitud de ocasiones en el conjunto del territorio nacional, que se ha agudizado ... durante la pandemia de la covid-19 y del que Burgos no está exento.
Lejos de ello, en algunos casos, la problemática es aún más grave en la provincia que en otros territorios. Así de hecho lo demuestran las encuestas internas que maneja la patronal burgalesa, que indican que «un 90% de las empresas de Burgos han tenido o tienen problemas» para encontrar profesionales con perfiles específicos, según explica la secretaria general de FAE, Emiliana Molero.
Quizá, el sector más afectado por esta situación sea el vinculado al transporte, ya sea de pasajeros o de mercancías. Básicamente, faltan conductores y camioneros. De hecho, desde FAE se calcula que la provincia necesita «entre 400 y 500» conductores profesionales para cubrir toda la demanda actual. Se trata de un problema, según explica Molero, que se arrastra «desde hace muchos años», pero que ahora se ha hecho más evidente tras comprobar la importancia de la logística dentro de la cadena económica durante la pandemia.
También se arrastran dificultades desde hace años para encontrar profesionales cualificados en el sector de la construcción. En este caso, el origen de ese problema se sitúa después de la crisis inmobiliaria de 2008. «A partir de entonces, muchos trabajadores formados y con experiencia abandonaron la construcción y acabaron en otros sectores», mientras que la llegada de savia nueva se ha ralentizado en los últimos años. Esa circunstancia ha provocado un gran déficit de profesionales cualificados en los diferentes oficios, ya sean electricistas, fontaneros, encofradores o carpinteros.
A mayores, también se han registrado problemas en otros sectores para encontrar personal cualificado de manera más o menos generalizada. En este caso, desde FAE destacan la falta de profesionales especializados en calderería, soldadura, enfermería o atención sociosanitaria, entre otros. «Incluso en el sector agrícola», matiza Molero.
Se trata, en todo caso de una problemática que ha ido fraguándose durante años y a la que no se le ha puesto solución. Así lo reconocen también los responsables de los dos grandes sindicatos en Burgos, Juan Núñez (CCOO) y Pablo Dionisio Fraile (UGT), quienes comparten casi punto por punto el análisis realizado desde la patronal en este aspecto.
«Es evidente que faltan profesionales en muchos sectores, sobre todo en el transporte y la construcción, y el problema viene de hace tiempo», asegura Núñez, quien lamenta que «durante años no se ha hecho nada» por «incentivar» el desarrollo profesional de determinados perfiles. «No se ha despertado el interés de los trabajadores potenciales» y se ha generado un «círculo vicioso» al que hay que meter mano de manera coordinada cuanto antes.
De la misma opinión es Fraile, quien asegura que «no se ha trabajado con previsión» en este sentido por parte de las administraciones. «Se debería haber actuado mucho antes en diferentes ámbitos» para incentivar determinados perfiles que, por un cúmulo de factores, ya no son «atractivos» para los trabajadores.
Esa, de hecho, parece ser la clave de todo: conseguir que determinadas profesiones denostadas durante años vuelvan a ser atractivas. ¿Cómo? Esa es la pregunta del millón. Y es que, tanto patronal como sindicatos reconocen que los salarios son únicamente uno de los muchos factores a tener en cuenta. De nada sirve incrementar los emolumentos para atraer a nuevos profesionales si no se alcanza un «equilibrio». De hecho, llama la atención que los salarios ofrecidos en construcción o el transporte ya son sensiblemente más elevados que los que se ofrecen, por ejemplo, en la hostelería.
También llama la atención que se estén registrando problemas para encontrar trabajadores en una provincia con algo más de 20.000 parados censados en las oficinas del Ecyl. Y es que, el problema no es que falte mano de obra, sino que dicha mano de obra no está cualificada. Y eso es más complicado de atajar.
En este sentido, tanto patronal como sindicatos insisten en la necesidad de potenciar la formación profesional, ponerla en valor y conseguir un equilibrio entre formación y demanda de empresas. Para ello, FAE está trabajando en un estudio mediante el que se pretenden analizar los desequilibrios en este ámbito en Burgos y cuyas conclusiones estarán sobre la mesa en los próximos meses.
A juicio de la secretaria general de FAE, uno de los factores que explican el déficit de profesionales especializados en determinados sectores está vinculado a la escasa presencia de mujeres en dichos sectores
No en vano, tanto la construcción como el transporte, los dos más afectados actualmente por la falta de perfiles especializados, han sido históricamente sectores «masculinos» y «poco atractivos» para las mujeres.
«El 58,5% de los desempleados en Burgos son mujeres» que, en muchos casos, podrían paliar parte del déficit de profesionales de esos sectores, explica Molero. Por eso, insiste en la necesidad de «feminizar» dichos sectores; hacerlos más atractivos para las mujeres. «Tenemos que conseguir que vean salidas profesionales en determinados perfiles».
Lo que está claro, a falta de conocer los resultados del estudio es que la FP ha sido denostada de manera injusta. «Seis de cada diez contratos en Burgos corresponden a perfiles de FP» y la mayoría de los ciclos formativos tienen una tremenda tasa de empleabilidad. «Hay ciclos, como los vinculados a electricidad, cuyos alumnos consiguen trabajo casi al día siguiente de terminar», subraya Molero. Y además, con buenas condiciones laborales. Y es que, «no es cierto que un profesional de FP cobre menos» que un titulado universitario, añade la secretaria general de FAE.
A mayores, desde la patronal y los sindicatos se advierte de que el déficit de profesionales se puede extender en los próximos años a otros sectores, habida cuenta de la progresiva implantación de nuevos modelos productivos, que necesitarán de mano de obra muy especializada. «Hay que poner las luces largas, que es lo que no hemos hecho en las últimas décadas en este país», y empezar a formar perfiles que ahora mismo están emergiendo. «Si no, perderemos competitividad. El mañana ya es hoy y ya vamos tarde», destaca Núñez.
Para ello, desde FAE se aboga por echar mano de los fondos de Resiliencia de la Unión Europea. «Pueden ser una gran oportunidad para potenciar la formación en sectores vinculados a la informática, las energías renovables o la consultoría digital», concluye Molero, quien confía en poder «retener el talento que hay en Burgos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.